En este nuevo post quiero que hablemos de cinco estrategias que te permitan tener claro cómo mantener la tensión en tu novela, de principio a fin, para que tus lectores permanezcan atentos hasta que pongas el punto y final a tu relato.
Y es que la tensión narrativa, especialmente si nos referimos a algunos géneros, será lo que proporcione ritmo e intensidad a cuanto estás narrando.
Pero antes de continuar, recuerda que si tienes algún problema con tu libro, si necesitas ayuda para saber si tiene cualidades para publicarse, o si quieres tener la seguridad de que cumple con las condiciones que en este momento solicitan las editoriales, puedo ayudarte mediante mi Programa de Asesoramiento Literario.
Entrar a forma parte de mi Programa de Asesoramiento Literario es sencillo, solo tienes que contestar las preguntas del formulario que encontrarás al final de la página del programa. Si considero que puedo ayudarte, te escribiré en 24-48 horas y hablaremos de tu novela.
Cómo mantener la tensión en tu novela
Retomando el tema del artículo, cómo mantener la tensión en tu novela, vamos a meternos de lleno en las cinco estrategias para que tu libro contenga un ritmo equilibrado a lo largo de toda la historia, y con ello tu lector esté atento de principio a fin.
1- Una buena forma de que esa tensión esté presente en la trama, es darle a tus personajes un motivo y una meta dentro de la trama: algo que conseguir, algo que deben alcanzar.
Eso les llevará a que tengan que esforzarse por conseguirlo, y eso, a su vez, te llevará a ti a poner al personaje ante distintas situaciones de peligro, de cambio, de intriga, que le aporten la dosis necesaria de tensión a la trama.
2- Relacionado a su vez con los personajes, podríamos hablar de lo que yo llamo “escenas de destino”, en las que sitúas al personaje protagonista en una encrucijada, entre la espada y la pared, y tenga que decidir. Esto, al mismo tiempo, está relacionado con los giros argumentales y con los cambios de suerte del personaje.
3- Nunca retrates en tu novela un mundo perfecto porque la sociedad en la que vivimos no es así y, por tanto, tu historia no resultaría para nada creíble.
La mejor forma de aportarle tensión a tu trama es que refleje realismo, que haya muerte, que haya sexo, que existan robos, problemas, todo lo malo que nos rodea. Y es que cuanto más realismo y veracidad tenga tu historia, con un mayor grado de tensión puedes jugar.
Ojo, eso sí, si escribes fantasía épica o literatura infantil o juvenil, porque en ese caso la tensión tendrías que aplicarla mediante la acción, o a través de giros en la suerte del protagonista si hablamos de fantasía épica. Y mediante otros recursos como las escenas de acción o el peligro, por ejemplo, si escribes libros para niños o incluso novela negra.
Los protagonistas y la intriga
4- Si nos referimos de nuevo a los personajes, puedes poner a estos en situaciones complicadas donde quede patente la personalidad de cada uno de ellos con opiniones enfrentadas ante una situación.
También puedes incluir discusiones o elementos que te permitan poner a un personaje frente a otro porque, aunque no lo parezca, estos recursos también generan tensión en tu historia.
5- En este caso hablamos del premio que recibe tu protagonista.
Una buena forma de aumentar la tensión es que incrementes el premio que recibirá tu personaje principal una vez que tu trama esté avanzada.
Si haces crecer ese premio que está esperando, también tendrán que aumentar los problemas y los obstáculos para que lo pueda conseguir, y este elemento hará crecer el conflicto y, a su vez, la tensión.
Y un último «regalo». Este tiene que ver con tres elementos a la hora de crear tensión narrativa:
a) Juega con la intriga y oculta cierta información que vayas dosificando poco a poco.
b) Utiliza el suspense para mantener atento al lector, lo que aumentará también la tensión.
c) Y el último elemento que funciona bien a la hora de generar tensión es la tensión sexual entre personajes. ¿Qué sucederá entre ellos, habrá una relación o no? ¿Sucumbirán?
Errores que hacen que la tensión disminuya
A veces, cuando en tu novela hay poca tensión, no es porque para el género literario que escribes no sea un elemento indispensable, sino que en muchas ocasiones, al escribir, no tienes muy claro de qué modo introducir esa tensión narrativa y terminas provocando el efecto contrario, que el texto se ralentice.
Por eso, a continuación, te desvelo tres errores que suelen ser habituales y que hacen que la tensión en tu novela disminuya, así que los tienes que tener en cuenta si crees que pueden estar presentes en tu libro (no olvides que el objetivo es que tengas claro cómo mantener la tensión en tu novela).
1- El primer error ocurre cuando tu personaje protagonista es casi un héroe épico y consigue superar con facilidad todos los obstáculos a los que le enfrentas.
Apenas sufre, no lo pasa mal, todo es muy sencillo para él. Además de que no es muy creíble, eliminarás la tensión ante tanta facilidad.
2- Si los conflictos que el personaje debería solucionar a lo largo de toda la novela los resuelves en el segundo capítulo, adiós tensión y adiós a que tu lector tenga interés por la trama. Así que dosifica los conflictos, por favor, para que puedan mantener la intriga al menos durante todo el nudo de la historia.
3- La tercera equivocación tiene que ver con la psicología de los personajes, especialmente con tu personaje protagonista (revisa este artículo que escribí hace tiempo para crear personajes inolvidables, si tienes alguna duda).
Si yo te hablo de un personaje que es todo bondad, que es bueno, cariñoso, guapísimo, que todo le sale bien, que todo lo resuelve correctamente, ¿qué me dirías? ¿Sería creíble para ti, o pensarías que esconde algo detrás de tanta perfección? Cuanto más imperfecto sea tu protagonista, mayores posibilidades de que le puedas enfrentar a diferentes obstáculos y pruebas, más creíble será y, asimismo, tu historia también tendrá mayor veracidad.
¿Puedo ayudarte a potenciar la trama en tu novela?
Tras leer este post, seguro que ya tienes más claro cómo mantener la tensión en tu novela, qué recursos puedes emplear para que la agilidad y el ritmo en tu libro no disminuyan.
Pero si tienes alguna duda, si consideras que tu novela es algo lenta, si crees que fallan los giros argumentales, o si piensas que a tu novela le falta algo más que atraiga a los lectores, cuenta conmigo si puedo ayudarte a través de mi Programa de Asesoramiento Literario.
Para acceder a él solamente tienes que cumplimentar el formulario que encontrarás al final de la página del programa (no te llevará hacerlo más de dos minutos, palabra) y así conoceré más tu libro y de qué modo podemos trabajar juntos.
Y si considero que puedo ayudarte a potenciar tu novela para que pronto pueda estar en librerías, te escribiré en 24-48 horas y hablaremos de ello.
Te espero.
Gracias.