¿Cómo crear un personaje para tu novela que sea inolvidable?
¿De qué forma puedes dar vida a un personaje protagonista que quede para siempre en el recuerdo de tus lectores?
En este artículo vas a encontrar:
>> La razón por la que a veces los personajes de un libro no nos enganchan.
>> Cuál es la mejor forma para dar vida a un personaje que atraiga la atención del lector.
>> Tres consejos para que sepas cómo crear un personaje inolvidable para tu novela.
El objetivo de este post es que tengas claro qué es lo que nunca debes hacer al dar vida a un personaje, y qué pautas podrías tomar en cuenta para elaborar protagonistas y secundarios que de verdad lleguen al corazón de los lectores.
¿Comenzamos?
¿Por qué a veces los personajes de un libro no enganchan cuando los descubrimos?
Podemos sentir empatía, o no, por los personajes que descubrimos en una novela, al igual que sucede en nuestro día a día con las personas que nos encontramos, o que conocemos.
Es una cuestión de percepción, de emociones, y también de identificación con el modo en que los demás se comportan.
Cuando estamos hablando de la creación de personajes, hay tres razones por las que perdemos (o no conseguimos) la empatía con los personajes de una novela.
1) Los personajes (protagonista y secundarios) son tan opacos que es imposible saber cómo son.
¿No te has encontrado alguna vez personajes que sabes cómo se comportan, pero cuya personalidad se pierde entre una maraña de acciones, de hechos, que realmente no dicen nada sobre cómo son realmente?
A mí sí me ha sucedido.
Y la sensación es que esos personajes no transmiten nada. Llevan a cabo multitud de acciones, sí, pero al terminar la novela no sabemos si son buenos o malos.
Digamos que, en este caso, para el escritor prima la acción por encima de la psicología del personaje. Y ahora mismo en una novela de calidad tiene tanta importancia lo que se cuenta como aquellos que forman parte de la historia.
2) Parece que todos los personajes de la novela tienen la misma personalidad, y por tanto el lector no es capaz de diferenciar cuál es la verdadera forma de ser de cada uno de ellos.
Para que un personaje esté bien construido, y para conseguir así la empatía del lector, necesitas que tanto los personajes esenciales como los secundarios tengan personalidades muy bien diferenciadas.
Eso no quiere decir que un personaje no pueda cambiarla a lo largo de la trama si tu historia así lo pide, sino que tus lectores sepan, desde el inicio, cuál es el papel de cada uno dentro de la trama (y no solo entre protagonistas y secundarios, claro está).
3) Los personajes no tienen profundidad suficiente para que los lectores sepan cuál es la verdadera personalidad de cada uno de ellos.
Puede que como escritor apenas ahondes en la forma de pensar, de sentir, de comportarse, e incluso de hablar de todos ellos, así que tu lector tiene solo una pincelada de cómo pueden ser los personajes, pero al final se queda «frío» ante ellos.
Ahora ya sabes qué es lo que no debes hacer al crear personajes si de verdad quieres que esto tengan una identidad definida que cale en tus lectores.
Y es que los personajes, no lo olvides, son uno de los elementos más potentes para la trama, por no decir uno de los más decisivos, cuando hablamos de editar.
Cuál es la mejor forma para dar vida a un personaje que atraiga la atención del lector
Como te decía, los personajes son uno de los elementos más importantes de la novela.
Yo iría incluso más allá, son casi indispensables a la hora de que una editorial diga sí o no cuando hablamos de una novela, porque la trama se construye sobre las acciones y los hechos, pero también sobre los personajes (aunque también entren en juego otros recursos o elementos).
Pero ¿cómo puedes inventar un personaje? Recuerda que, como escritor, crearás esos personajes de la nada, son tuyos y gracias a ti tienen una vida literaria.
Sin embargo, ¿a qué datos o realidades puedes recurrir para darles vida?
Te planteo tres posibilidades diferentes :
a) Puedes dar vida a un personaje simbólico.
En este caso el personaje es la expresión de una realidad abstracta, como la fraternidad, el miedo, la guerra o la paz, por ejemplo.
Tienen menos interés en sí mismos que por el valor que encarnan.
Este tipo de personajes pueden funcionarte muy bien si escribes novela de fantasía, por ejemplo, donde puedes jugar con las metáforas y dar rienda suelta a tu imaginación.
b) ¿Por qué no optar por el «autorretrato parcial»?
El personaje es un trasunto del autor, tuyo, en este caso, y dentro de este punto tienes diferentes posibilidades y matices.
Si escoges este tipo de creación, lo más elemental es que tu personaje sea una reproducción fidedigna de ti como creador, fundamentalmente en los aspectos ideológicos y psicológicos.
Pero también lo puedes construir a partir de algunos de tus rasgos personales. En este caso implicará una mayor elaboración por tu parte, eso sí, porque primero tienes que conocerte muy bien para trasponer tu personalidad a la de tus personajes.
O al contrario, puedes pensar que un personaje exprese lo que tú no eres (es decir, un contrario a tu personalidad).
Igualmente, como novelista, puedes volcar todas sus obsesiones en el personaje, todos tus demonios, todas tus frustraciones.
En este caso la creación de un personaje tendría casi una cualidad terapéutica.
c) También puedes plantear un «personaje sobre modelo».
Por ejemplo, tu personaje puedes extraerlo de la realidad externa, de lo que te rodea, lo que has visto, lo que has sentido.
Puede ser la reproducción fotográfica de un ser real, como ejemplo.
O también podrías crear un personaje a partir unos pocos rasgos observados en el modelo.
Así no copias su original sino que tomas lo que deseas de él, te inspiras en unas pocas cualidades que han llamado tu atención, un giro que ha calado en tu inspiración, y con ello constituyes el carácter del personaje.
Tres consejos para que sepas cómo crear un personaje inolvidable para tu novela
Una vez que ya sabes qué es lo que deberías hacer si quieres crear personajes empáticos, o en qué te puedes inspirar para darles vida, vamos a ver tres consejos o ideas para que los personajes de tu novela, tanto los principales como los secundarios, calen en tus lectores y logren generar una corriente de empatía con el lector (y con el editor, claro está).
1- Ofrece datos de tus personajes, pero no aburras a tus lectores con datos que realmente no aportan nada.
Se trata de que tus personajes «digan», «hablen» de ellos mismos.
De sus inquietudes, de qué les sucede, de cómo entienden la vida.
En definitiva, es genial que tus personajes se muestren ante tus lectores tal y como son.
¿Cómo lo puedes conseguir? No solo a través de las acciones que desempeñan, como te digo, sino también mediante los diálogos.
Pero no olvides que eso no tiene nada que ver con dar datos sobre ellos que solo despisten al lector.
Recuerda que a la hora de describir un personaje siempre es más importante que incidas en su psique que en su físico.
Para quien te lee es más útil comprender cómo actúa y por qué, a que le digas si es alto, bajo, guapo, o va vestido de una forma actual o anticuada.
Te pongo un ejemplo. Imagina que el personaje femenino principal de tu novela es una mujer de mediana edad de la alta sociedad.
Vas a describir una escena en la que ella llega a una fiesta impecablemente vestida.
Pues bien, salvo que la ropa que lleve sea determinante para comprender la escena, es más importante que le digas al lector qué piensa ese personaje al llegar a la fiesta, a que le cuentes de qué color es su vestido o cómo es su peinado.
Por tanto, selecciona muy bien qué información aportarás sobre tus personajes para que tu lector tenga todos los datos, para que le pongas en situación y pueda conocerlos, pero sin cansar ni aportar información superflua que solo distrae de la acción principal.
2- El creador de Juego de Tronos no equivoca el carácter de sus personajes, ¿verdad?, así que tú tampoco debes hacerlo.
En todo momento, al leer el libro o ver la serie, sabemos quiénes son los buenos o los malos, ¿no?
Pero crear personajes que parezcan reales, de carne y hueso, no es una tarea sencilla.
Por eso, uno de los errores más comunes que quizá cometes es precisamente confundir los caracteres.
Así, en muchas ocasiones, todos tus personajes, sin quererlo, acaban siendo como tú.
Es verdad que todo cuanto escribimos tiene mucho de nosotros, es inevitable. Pero tienes que conseguir que tus personajes tengas personalidad propia, y que se parezcan lo menos posible a ti (salvo que quieras optar por el autorretrato parcial del que antes te hablaba).
¿Cómo puedes conseguirlo? Aprende a tomar distancia de ti mismo para conseguir que cada uno de tus personajes actúe como debe hacerlo. No como tú actuarías.
Por ejemplo, imagina que tienes que crear un personaje masculino, un adolescente, que está esperando ante un paso de peatones para pasar.
Y a su lado hay un anciano ciego.
Tu personaje masculino es un rebelde, asocial, agresivo, que no tolera a los ancianos. Así que lo más normal, y lo que tu lector espera, es que no ayude al anciano a cruzar la calle.
Tú, en su misma situación, por supuesto que ayudarías al ciego. Pero tu personaje no puede hacerlo; de hecho, si lo hiciera, estaría rompiendo el esquema mental del lector y actuaría de un modo completamente diferente a como se espera de él.
Por tanto, como te digo, distánciate de cómo actuarías tú en situaciones semejantes a las que narras. Sé objetivo y ponte siempre en la piel del personaje.
3- Para cerrar este post sobre cómo crear un personaje para tu novela, tienes que saber que la clave es la profundidad.
Hay muchísimos escritores que tienen un gran problema para dotar de vida a sus personajes y aportar personalidad.
Es verdad, tienes razón. Esta es una de las partes más complicadas cuando escribes tu novela, pero también será la que mayores satisfacciones te dará porque solo tú serás el creador de tus propios personajes, les darás vida.
¿Una recomendación? Confronta a tus protagonistas con personajes secundarios capaces de hacerles reaccionar.
O sitúa a tus personajes ante situaciones complicadas en las que tengan que tomar decisiones.
También puedes jugar con los cambios de suerte de tus personajes.
Y, claro está, hazles hablar.
Los diálogos son un magnífico recurso para que tus lectores sepan realmente cuál es el modo de pensar de tus personajes protagonistas y secundarios.
¿Puedo ayudarte a crear personajes para tu novela que de verdad calen en el corazón de tus lectores?
Estoy segura de que con estas sencillas pautas que te he ido desvelando a lo largo del artículo te resultará más sencillo saber cómo crear un personaje para tu novela que de verdad enganche.
No obstante, si tienes alguna duda sobre tu protagonista, si está bien construido o no, si encaja dentro de la trama, o si quieres tener la certeza de que los personajes secundarios de tu historia lo completan correctamente, puedo ayudarte.
Estás invitado a una de mis Sesiones Gratuitas de Valoración de tu novela.
¿En qué consisten estas sesiones?
Veré una muestra de escritura de tu libro y podré decirte, en un primer vistazo, cuáles son los puntos fuertes de tus personajes y si hay alguno que debas trabajar un poco más pensando siempre en la edición de tu libro.
¿Cómo puedes optar a una de mis sesiones?
Es muy sencillo. Solo tienes que escribirme y contactaré contigo para que hablemos de tu novela.
Te espero.
Muchas gracias.