
¿Qué errores de escritura te delatan como un escritor inexperto?
¿De qué forma te equivocas al redactar y echas por tierra cuanto has trabajado en tu libro?
No te preocupes.
En este artículo te voy a presentar algunas de las erratas estilísticas más frecuentes que todos cometemos al escribir, y también algunos ejemplos de cómo puedes enmendarlas.
¿A qué debes enfrentarte cuando escribes?
Si eres de los que me sigues con frecuencia, sabrás que en muchas ocasiones te he hablado de la importancia de que ahora mismo te presentes ante los editores y los lectores como un escritor profesional.
Independientemente de si tienes experiencia con la edición o no.
¿La razón? Por supuesto, la competencia a la que tienes que enfrentarte.
Todos los días se editan libros de escritores muy buenos que se abren hueco en el mundo de la publicación.
Y, por otro lado, si quieres tener cierto recorrido a la hora de editar, tienes que demostrar que tu novela no es «flor de un día». Sino que te tomas en serio la escritura y que deseas seguir creando, más allá de tu primera incursión editorial.
Por tanto, tengas experiencia o no a la hora de escribir y publicar, el editor siempre ha de percibirte con un escritor involucrado en la literatura.
Y ese recorrido comienza por el uso correcto del estilo, de la ortografía y la gramática.
¿Vemos entonces cuáles son los errores en tu escritura que pueden hacer que el editor te perciba como inexperto?
Errores de escritura en tus textos
1- ¿Eres de los que escribes frases largas o por el contrario siempre te quedas corto?
Sea de una forma u otra, aquí lo importante es que las oraciones tengan una longitud adecuada.
Si son demasiado extensas tu lector puede perderse, y si son muy breves quizá le estás restando información no solo a la trama, sino también al lector.
Es decir, en esas frases cortas no estás aportando nada.
¿Una solución? Si eres de los que siempre apuesta por frases largas, puedes trabajar esas oraciones tan extensas hasta que vayan siendo más cortas. Porque, si tienes que elegir entre párrafos extensos y otros de menos longitud, siempre mejor frases cortas (pero con sentido, por supuesto).
2- En algunos libros de los que reviso y trabajo he visto el uso de frases subordinadas frente a las coordinadas.
Si tienes que escoger, no te olvides de esta máxima: sencillez en la escritura.
Por tanto, pónselo fácil a tu lector, sin oraciones enrrevesadas, complejas.
Y es que no es lo mismo decir:
Los árboles que estaban en el jardín fueron cortados en primavera por el jardinero
Que escribir:
El jardinero cortó en primavera los árboles que estaban en el jardín.
Siempre mejor la segunda opción, que es una oración coordinada.
Cuidado con las explicaciones largas
3-Precaución con los incisos extensísimos.
Estps recursos sirven para explicar y se colocan entre comas, rayas o paréntesis.
Por eso, si el inciso es excesivamente largo, puede que tu lector no sepa cuándo comienza y cuándo acaba. Puede equivocarse, por tanto.
Por ejemplo, imagina que encuentras un inciso así:
La joven, que en ese momento pasaba por la calle —una calle estrecha, donde los edificios que se levantaban apenas dejaban ver la luz del sol, donde siempre olía a comida rancia y en la que la ropa de cama ocupaba un lugar preminente en las ventanas. Ventanas oxidadas, de cristales ajados por los años, esos mismos años que veían cómo esa calle estrecha moría lentamente, al mismo tiempo que lo hacían los vecinos de las casas que la circundaban—, no se fijó en que la seguían.
¿Ves lo extenso que es?
Es verdad que la raya puede darte una pista de en qué momento arranca el inciso y cuándo termina, pero estás dejando una frase a medias:
La joven, que en ese momento pasaba por la calle (INCISO), no se fijó en que la seguían.
Es más recomendable sería escribir:
La joven, que en ese momento pasaba por la calle, no se fijó en que la seguían. Era una calle estrecha, donde los edificios que se levantaban apenas dejaban ver la luz del sol, donde siempre olía a comida rancia y en la que la ropa de cama ocupaba un lugar preminente en las ventanas (…)
Errores con las frases hechas
4- ¿Qué me dirías si abres un libro y ves que comienza con la expresión Érase una vez…?
Podrías pensar que, o bien que es un cuento infantil, o que una vez más el autor está usando una frase manida y que apenas aporta nada. Esto es lo que se conoce como cliché, y debes huir de ellos.
Es decir, de aquellos recursos, expresiones y frases hechas que se repiten.
Debes buscar ser tú mismo y ser original con la escritura (cuidando la corrección, por supuesto). Así que, como te digo, olvida ideas del tipo de que los buenos siempre ganan a los malos, el héroe siempre es fuerte y valiente, o que la apariencia del personaje debe reflejar su personalidad.
Apuesta, crea, genera tu propias experiencias literarias.
5- Cuidado con el vocabulario, por ejemplo con los gerundios y los adverbios que terminan en -mente.
¿Por qué te comento esto?
Porque tanto unos como otros ralentizan la lectura y dificultan la comprensión.
Sobre todo, no abuses de los adverbios terminados en -mente.
No es lo mismo decir:
Caperucita iba alegremente por el bosque cuando se encontró con el lobo.
Que decir:
Caperucita iba alegre/ de forma alegre por el bosque cuando se encontró con el lobo.
O escribir:
Caperucita, caminando alegremente por el bosque, se encontró con el lobo.
Que afirmar:
Caperucita, que caminaba alegre por el bosque, se encontró con el lobo/ Caperucita caminaba alegre por el bosque y se encontró con el lobo.
¿Qué modo de escribir te parece más sencillo?
Este es uno de los errores más comunes
6- No repitas siempre las mismas palabras o idénticas frases hechas.
Por ejemplo, al comenzar un capítulo, o un párrafo, sobre todo si hablamos de conectores como además, o también.
De la misma forma puede suceder con algunos diálogos cuando se repite hasta la saciedad la expresión dijo, comentó, señaló…
Un ejemplo:
—No vengas tarde—dijo la madre.
—No te preocupes, no lo haré— dijo el niño.
Mejor si buscas alternativas y sinónimos para estos verbos, porque estarás enriqueciendo los diálogos.
7- Cuidado con la separación entre el sujeto y el verbo mediante comas.
Es uno de los errores más habituales cuando reviso novelas.
Recuerda, sujeto y verbo nunca se separan mediante una coma.
Es decir, es incorrecto decir:
Eva, sujetó el paraguas en aquel momento en que la lluvia caía con más fuerza.
Lo correcto es:
Eva sujetó el paraguas en aquel momento en que la lluvia caía con más fuerza.
¿Qué sucede con las descripciones?
8- Seguro que, como a mí, también te ha ocurrido esto con las descripciones.
Te has puesto a leer un libro que te atraía un montón y, de repente, en el momento en el que el clímax narrativo era más alto… se cuela una descripción que te rompe los esquemas.
No digo que incluir una explicación en momentos de máximo ritmo narrativo sea incorrecto. De este modo lo rebajas y retardas la resolución de la trama.
Pero sí tienes que saber en qué momento incluyes esa descripción y sobre todo qué quieres conseguir con ella.
¿Aportas información? ¿Ralentizas el ritmo?
Piensa qué sucedería si en el momento en que vas a descubrir quién es el asesino te cuelan una descripción de cómo va vestido el policía que lo va a detener.
¿Qué pensarías?
¿Te encajaría ahí que el policía vaya vestido de azul o de negro, que sea alto o bajo?
¿O por el contrarío querrías saber ya quién ha matado a la víctima y de qué forma?
Cuidado con los diálogos
9- No hay duda de que los diálogos sirven para aportar agilidad al texto, pero cuidado.
Precaución con aquellas charlas entre personajes que no aportan nada, solo sacan al lector de la acción y, al mismo tiempo, solo sirven para romper la linealidad del texto.
No te olvides que los diálogos tienen tres finalidades: o aportar información sobre la forma de ser de los personajes, o dar datos sobre la trama, o por supuesto romper la linealidad del texto.
Por eso, cuando escribas estos recursos, ten en cuenta por qué lo haces y qué finalidad quieran que tengan en tu historia.
El último error es…
10- Cuidado con los errores en los pronombres este, ese y aquel, y en sus plurales, porque no llevan acento. Tampoco la expresión solo.
Así lo afirma la RAE para solventar los errores de escritura>>
La palabra solo, tanto cuando es adverbio y equivale a solamente (Solo llevaba un par de monedas en el bolsillo) como cuando es adjetivo (No me gusta estar solo), así como los demostrativos este, ese y aquel, con sus femeninos y plurales, funcionen como pronombres (Este es tonto; Quiero aquella) o como determinantes (aquellos tipos, la chica esa), no deben llevar tilde según las reglas generales de acentuación, bien por tratarse de palabras bisílabas llanas terminadas en vocal o en -s, bien, en el caso de aquel, por ser aguda y acabar en consonante distinta de n o s.
¿Reconoces alguno de estos errores en tu escritura?
No te preocupes, por supuesto que todos ellos tienen solución.
Basta que le prestes atención y, por qué no, tomes este plan de acción con ejemplos para revisar tu novela y que así descubras si en ella has cometido alguna pequeña equivocación.
Lo importante es que siempre la solventes antes de que tu libro llegue a las agencias literarias o a las editoriales.
Porque, no lo olvides, editor y lectores en todo momento han de percibirte como un escritor con experiencia.
¿Y ahora?
Si tienes alguna duda con tu texto, si no estás seguro de si la ortografía es la mejor, si hay formas verbales que se te resisten.
O si no sabes si tus diálogos tienen la profundidad requerida o no, puedo ayudarte a que tengas la seguridad de que tu libro está bien escrito.
Lo revisaré y trabajaré.
Por eso estás invitado a una de mis Sesiones gratuitas de Valoración de tu novela.
¿En qué consisten?
Para comenzar, veré una muestra de escritura de tu obra y te diré qué me gusta de ella no solo desde el punto de vista del estilo, la ortografía o la gramática, sino que también analizaré la trama.
Si hay aspectos o elementos que no encajarían en una novela de éxito si ahora quieres enviarla a una editorial, te lo diré también.
Y sobre todo el modo en que los puedes solucionar.
A partir de ese momento, si la novela se adapta a la línea de la agencia, podemos trabajar juntos para conseguir que tu libro llegue a editoriales tradicionales con toda la calidad que estas solicitan.
¿Cómo puedes acceder a una de mis Sesiones gratuitas de Valoración?
Es muy sencillo.
Solo tienes que rellenar el formulario que encontrarás al final de esta página (no te llevará más de 5 minutos) y envíame tu candidatura.
Me pondré en contacto contigo y te enviaré (sin compromiso) un diagnóstico gratuito de tu obra y un plan de acción pensado en su edición.
Te espero.
Gracias.