Hoy vas a aprender cómo poner la guinda al pastel de tu novela, como si hablásemos de un buen postre para una rica comida. Sabrás cómo escribir tres buenos finales para tu libro que dejarán a tu lector con ganas de seguir leyendo.
Porque en este artículo descubrirás cómo escribir cómo escribir el final de tu novela: tres epílogos que dejen al lector con la boca abierta.
Pero, antes de continuar, recuerda que si tienes alguna duda sobre el final de tu libro, respecto a su impacto en el lector o en cuanto a su calidad, tienes a tu disposición mi Programa de Asesoramiento Literario Publica con Éxito.
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Y seguimos con el artículo en el que vamos a ver tres buenos finales para tu libro.
¿Eres goloso? ¿Crees que no hay nada mejor que un postre después de una buena comida?
Yo te tengo que decir que sí, que no hay nada en el mundo que me guste más que el dulce, y especialmente que el chocolate.
Qué decirte si tomo chocolate negro, y me pierdo por un buen trozo de tarta Sacher.
Yo soy de las que va a comer o cenar y tomo menos cantidad para no dejarme el postre. Te lo confieso, me encanta.
Y es que creo que una buena comida en compañía de amigos, de familia, de pareja… siempre tiene que coronarse con un delicioso pastel, una rica mousse o una buenísima tarta.
¿A ti no te pasa igual?
Algo parecido sucede en el mundo de los libros
Ese riquísimo trozo de tarta de chocolate equivale a un final esplendoroso para tu libro.
Seguro que te ha sucedido igual que a mí. Que has leído un libro con muchísimo interés, la trama te ha encantado, los personajes te han seducido. Y cuando estás deseando llegar al final para descubrir qué sucede… te preguntas, «¿pero esto qué es?», porque ese final ansiado es tan malo que sientes una tremenda frustración.
Pues hoy vamos a trabajar para que tú consigas lo contrario. Que logres crear en tus lectores el efecto «wow», que no es más que dejarles con ganas de más cuando llegan al final de tu libro.
Para ello tenemos que comenzar por el inicio. Hablando de los dos tipos de finales más conocidos que hay, destacamos el final abierto y el final cerrado.
También hablaremos de otro final algo más complicado de usar pero que sorprenderá a tus lectores, que es el final circular.
Pero ¿en qué consiste el final de un relato y cómo lo puedes construir?
Y finalizar un relato, ¿es interrumpirlo o acabarlo? Resolver un relato con un final abierto o cerrado es un planteamiento que te surgirá de la misma historia.
Según vayas escribiendo, te darás cuenta del tipo de final más acertado para tu libro. Por eso es mejor que no trabajes con una planificación demasiado cerrada. Así tu creatividad fluirá y serás capaz de «ver» el mejor final.
Eso sí, siempre es importante que tu final sea coherente y que sea capaz de emocionar a tu lector, ya sea a través de una reflexión o de una emoción.
Recuerda que el final no lo componen solamente las últimas líneas o párrafos de un texto. El desenlace tiene que dar sentido al conflicto central de la narración, a tu trama principal.
En este epílogo desembocarán todos los elementos de la trama que has ido escribiendo.
Por eso tienes que evitar los finales previsibles en los que el lector sabe lo que va a ocurrir.
Y no olvides que no es lo mismo un final previsible que irremediable.
Por otra parte, el final de tu relato no solo debe ser coherente con el conflicto que has tratado. También con el que está escrito. Igualmente es importante que los elementos que esbozas a lo largo del relato tengan un significado final. Sobre todo si los repites.
Cómo escribir tres buenos finales para tu libro
1- Final cerrado: resuelves tu relato de forma definitiva, no dejas conflictos por resolver.
Evita dar demasiadas explicaciones por miedo a que no se entienda ya que el final debería comprenderse por lo que sucede en él.
Si lo lees y hay elementos que no entiendes, es que el final no está bien cerrado.
2- Final circular: acaba como comienza tu libro. Como si el relato estuviese dentro de un círculo en el que gira sobre sí mismo condenado a repetirse.
3- Final abierto: este final sugiere una solución del conflicto sin quedar del todo resuelto. Incluso no lo resuelve y permite a tu lector la máxima capacidad de interpretación para que imagine el final que desea.
Creo que es uno de los más complicados de utilizar de forma correcta, con coherencia, con brillantez; pero si eres capaz de manejarlo con maestría, no hay duda de que sorprenderás a tus lectores.
Cuéntame cuál es tu situación
¿Qué te parecen estos finales? ¿Cuál de ellos te parece más interesante y cuál es el que más empleas? ¿Has usado en algún momento un final circular y quieres contarme cómo lo has hecho?
Me gustará que lo hagas y que compartas conmigo tus experiencias con la escritura.
Ahora ya tienes unos consejos que te permitirán encantar a tus lectores y hacer que quieran seguir leyéndote siempre.
Y no dejes de leer este artículo si quieres saber más sobre el modo de mantener la atención de tus lectores desde el primer párrafo hasta el final:
Cómo enganchar a tu lector: 7 tips para que te lea de principio a fin
Muchas gracias.