Existen numerosas formas de comenzar un capítulo y cada escritor debe encontrar la más adecuada a cada novela. ¿Cuáles son los inicios más habituales?
1- Empleo del lenguaje coloquial. En este caso, el autor empieza la novela con la utilización de un lenguaje habitual, el que suele utilizar la gente de la calle. Ejemplo: «Tomates verdes fritos».
2- Comienzo dialogado. La novela comienza con un diálogo entre los personajes. Éstos pueden ser principales o secundarios.
3- Epistolar. Lo primero a lo que accede el lector es a una carta, donde se suele esbozar el conflicto.
4- Inicio autobiográfico. El narrador cuenta su vida, que no tiene por qué coincidir con la del autor. Ejemplo: «El Gran Gatsby», de Scott Fitzgerald.
5- Descriptivo. Las primera frases describen una situación, un lugar, un objeto, etc. Un ejemplo magistral es el comienzo de «La Regenta».
6- Comienzo histórico. La obra empieza narrando un hecho histórico que sitúa la escena y los personajes. Ejemplo: «El manuscrito carmesí», de Antonio Gala.
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