Hay dos puntos esenciales que todo escritor debe tener en cuenta cuando vaya a contar una historia, ya esté planificada o no:
– La universalidad
– La verosimilitud
La universalidad
Es un concepto que toda historia debe tener, el escritor no puede caer en lo anecdótico sin más. Detrás de una anécdota ha de haber algo que vaya más allá, pues de los contrario el texto perdería valor.
Quiere decirse que cuente lo que cuente, la historia debe superar lo anecdótico, trascenderlo para que adquiera cierta universalidad.
Si el escritor quiere que sus textos sean literarios, éstos han de poder ser leídos en cualquier lugar y tiempo y por cualquier persona. A esto se refiere el concepto de universalidad.
La verosimilitud
El escritor debe tener siempre presente que la historia, además de universal, debe ser convincente, creíble: debe serlo hasta tal punto que el lector se implique y olvide que en realidad está leyendo ficción.
Debe intentar que el lector viva la historia ya que esta será una de las más grandes metas del escritor.
Para hacer los textos más verosímiles, es necesario recopilar ciertas informaciones, una documentación.
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