El escritor que esté interesado en escribir novela para adolescentes, debe saber que existen tres tipos de enfoque.
Primeramente, al escritor se le puede ocurrir una idea con tal fuerza que necesite escribir sobre ella; esta idea puede surgir de la vivencia de determinadas situaciones, de incidentes vividos en la adolescencia, de algo que se haya leído… Si esta idea resulta adecuada para los adolescentes, lo más probable es que la idea se forme en la mente del escritor desde ese punto de vista.
En segundo lugar puede observar a los jóvenes, preguntarle sobre sus preocupaciones, cómo piensan. De modo que si se desea escribir un relato realista, se encuentre un estilo propio y una voz propia.
Y por último se puede seguir un patrón establecido por otra persona para una serie.
Sin embargo, sea cual sea la forma de abordar los relatos para adolescentes, es esencial investigar sobre el comportamiento actual de los adolescentes para asegurarse de que la forma en que los personajes hablan o piensan es creíble.
Es aconsejable escribir en 1ª persona porque este tipo de narración ofrece lo que parece un método fácil de meterse dentro del protagonista y otorgar mayor contenido emocional a la historia.
Pero, aunque esto es muy efectivo cuando funciona bien, es verdad que encierra diversas dificultades. En primer lugar, porque el narrador no puede estar en todas partes al mismo tiempo y algunos incidentes se cuentan a través de terceras personas, lo que puede cortar fluidez a la narración.
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