Raymond Chandler, creador del mítico y entrañable Philip Marlowe, escribió un decálogo en el que, en diez interesantes puntos, expone algunas de las ideas básicas sobre cómo debe escribirse una novela policíaca. Así, Chandler habla de:
1. La situación inicial y el desenlace deben tener unas motivaciones verosímiles.
2. No deben cometerse errores técnicos respecto a los métodos del crimen y de la investigación.
3. Los personajes, el ambiente y la atmósfera deben ser realistas. Es decir, se trata de que la historia hable de personas reales que desarrollan su vida diaria en un mundo real.
4. Además del misterio, inherente en estas obras, la intriga debe tener un cierto peso en el desarrollo del argumento.
5. La estructura debe ser sencilla para que pueda admitir una fácil explicación cuando el momento lo exija.
6. La solución del misterio no debe escapar a un lector razonablemente inteligente.
7. Cuando se revele la situación final, Esta debe parecer inevitable.
8. La novela policíaca no debe intentar hacerlo todo a la vez. Si escribimos la historia de un enigma que funciona a un nivel mental elevado, no podemos convertirla también en una aventura violenta y apasionada o viceversa.
9. Es preciso que al final el criminal reciba su castigo, aunque eso no quiere decir que tenga que ser siempre a través de los tribunales o la justicia.
10. Es necesaria una cierta honestidad con el lector.
Este decálogo forma parte del curso Taller de novela negra. Toda la información en nuestra web, www.heraediciones.es.