El diálogo es uno de los recursos más poderosos con los que cuenta un escritor a la hora de enfrentarse a cualquier tipo de texto. Escribir un diálogo es reflejar por escrito una de las principales cualidades del ser humano y uno de los actos más comunes del hombre, el acto del habla. Se trata de poner en un papel lo que otras personas han dicho.
Con ello conseguimos dar a nuestro relato variedad, riqueza y dinamismo. Además, nuestra obra gana credibilidad, ya que el lector percibe que es el personaje quien cuenta su historia directamente, sin intermediarios y sin el filtro del narrador. Por ello, en cualquier obra narrativa es necesario incluir este recurso y saber cuáles son sus características, sus funciones y lo que transmite es fundamental para escribir con éxito un diálogo para nuestra obra.
el diálogo es un poderoso recurso con el que se da voz a los personajes y es muy eficaz para presentar a los protagonistas de las historias. Y es que que un personaje hable de una determinada manera puede decir más y mostrar mejor el carácter, la forma de ser, el nivel cultural, los sentimientos, etc. que una descripción.
Asimismo, la presencia de determinados elementos que se repiten en el habla puede informar sobre su ideología o la de una etapa histórica, al igual que la defensa o rechazo de unos tópicos o el ardor o la desgana de las intervenciones pueden ofrecer datos inacabables sobre el hablante.
Al incluir diálogos en nuestros textos, además de aportar viveza y variedad, estamos haciendo que el lector perciba al personaje como real puesto que como ser humano que existe tiene la capacidad del habla y le permite ‘escuchar’ sus voces, con las que se transmite todo aquello que no se puede expresar con cualquier otro recurso literario.
Este sencillo truco forma parte del curso «Aprender a escribir diálogos». Toda la información en nuestra web.