En la literatura erótica, los personajes se pueden diferenciar y se les puede hacer actuar según su rasgo principal.
Masculinos
a) El feo: los feos tienen ciertas cualidades que les hacen triunfar en el amor. El personaje debe mostrarse como es y no debe importarle.
b) El sensible: puede presentar cierta postura ambigua desde el punto de vista sexual, con un aspecto femenino que deleite a cierta clase de personaje femenino.
c) El intelectual: este personaje aprovecha cualquier situación para sacar a la luz cuanto sabe y atrae con sus conocimientos.
d) El deportista: sus armas de seducción son sus brazos duros y una perfilada mandíbula.
e) El mejor amigo que deja de serlo: se trata de una estrategia literaria. Este personaje ya ha sido utilizado en algunos best- sellers de amor, pero aún así puede dar juego.
f) El misterioso, que crea un halo de misterio en torno a su personalidad. Al principio muestra indiferencia, pero siempre se hace notar. Nunca enseña a la vez todas sus cartas de la baraja.
Femeninos
a) La desenfadada, que es una mujer atrevida, capaz de hacer las proposiciones más extremas. Para ello utiliza la actitud más atrevida, y nunca le da a su «presa» la oportunidad de decir no.
b) La inocente, o la chica con aspecto de no haber roto un plato en su vida. Tiene un encanto especial, es dulce y aparenta que todo le sorprende.
c) La intrépida, que aparenta cierto grado de negatividad, aire de seguridad y autosuficiencia. Se enfrenta a los hombres con gracia, y muestra que está de vuelta de muchas cosas y puede enseñarles otras.
d) La risueña, ya que no hay que olvidar que la risa es un buen afrodisíaco.
e) La intermitente, la que un día presta toda la atención del mundo y al siguiente, ninguna. Siempre finge indiferencia.
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