En la novela erótica, para conseguir una estructura narrativa equilibrada y bien fundamentada siempre conviene:
a) Distinguir y caracterizar a los personajes, para lo cual conviene preguntarse, ¿quiénes son estos personajes? ¿Qué les sucede? ¿Qué les lleva a una determinada situación y por qué? ¿Cuánto tiempo transcurre en la historia?
b) Mantener una intención y un tono. Con la intención se puede mostrar algo que no se ha dicho de forma explícita. Cada tema ha de ser tratado de una manera diferente, con un lenguaje particular. El escritor debe preguntarse, ¿qué pretendo decir con la historia y qué quiero narrar? ¿Cómo lo ve mi narrador? ¿Desde dónde lo puede contar este para obtener mejores resultados?
c) Crear un clima, un ambiente, según las necesidades de la historia. Las preguntas fundamentales en este apartado son, ¿recurro a los ámbitos abiertos o cerrados? ¿Qué elementos significativos contiene el espacio? ¿Qué objetos resultarán determinantes?
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