Cualquier escritor que quiera acercarse a esta literatura negra debe conocer también los preceptos expuestos por Gilbert K. Chesterton, otro de los grandes maestros del género que en 1911 dio vida al popular padre Brown.
En su obra Cómo escribir un cuento policíaco, estableció otros cinco puntos que deben tenerse en cuenta por cualquier escritor de este tipo de historias, ya sea profesional o aficionado. En este sentido, Chesterton asegura:
1- «El objetivo del cuento de misterio no es la oscuridad, sino la luz. Se trata de mostrar en el texto claridad literaria para no confundir al lector».
2- «Igualmente, afirma que no debe predominar la complejidad sino la sencillez. Se debe explicar el misterio y la solución no debe ser nunca más complicada que el misterio que pretende resolver».
3- «El criminal debe aparecer en primer plano, pero no como criminal. Tiene que existir una razón convincente que justifique la aparición del criminal más allá de su propia función como causante del crimen».
4- «Además, defiende el carácter lúdico del cuento policial y afirma que las historias de misterio son un vuelo de la imaginación, una ficción elaborada y nunca deben perder su carácter de divertimento y que, por tanto, el criminal debe tener su propio derecho artístico a estar en escena».
5- «Los cuentos de detectives, igual que cualquier otra forma de literatura, empiezan con una idea simple, algo conectado con la vida real».
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