En los relatos se pueden combinar realismo y fantasía a gusto del autor y con el fin de que el lector disfrute.
Existen distintos tipos de relatos:
1) El cuento fantástico, ningún cuento es absolutamente realista ni absolutamente fantástico. Lo fantástico comprende lo real y lo imaginario, lo conocido y lo desconocido, lo que se experimenta y lo que se imagina, lo obvio y los aparente, lo extraño y lo real.
2) El relato maravilloso, en un cuento fantástico ni los personajes ni el lector se cuestionan que los animales hablen o que salga un genio de una lámpara. Los cuentos de hadas son su máximo exponente. El relato maravilloso se vale de la metamorfosis y de la ruptura de los límites.
3) La ciencia ficción, que intenta dar explicación a un mundo fantástico a través de términos científicos reales, y explora todos los futuros posibles e imaginables. Julio Verne fue el primero en llevar a cabo intentos de construir literatura de ciencia ficción.
4) De aventuras, se trata de un tipo de narración que implica la idea de viaje y la consecución de aventuras en tierras lejanas, con episodios e incidentes nada habituales. El héroe que busca tesoros reales o simbólicos emprende un viaje hacia lo desconocido y se enfrenta a peligros en un ambiente hostil.
5) De terror, el horror debe irrumpir en el mundo de lo cotidiano, en una gradación que va de lo ordinario a lo extraordinario. La trama aparece envuelta en una atmósfera densa que cerca a los personajes en una tela de araña que inquieta al lector.
6) De humor, este es un elemento indispensable para escribir para los niños. Por eso sus mecanismos productivos serán herramientas a las que se puede recurrir en todos los casos. El humor constituye un elemento de liberación en el que los procedimientos principales son la transgresión y el efecto sorpresa.
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