Si has vivido una vida que puede ser inspiradora para los demás y has pensado en escribir un libro y compartirla, genial, porque seguramente puedas ayudar a muchísima gente con una obra motivadora. Verán en ti un ejemplo a seguir.
Pero ahora que ya has escrito tu autobiografía, o tal vez un libro de superación personal, o un libro con el que ayudar a cientos de lectores, es el momento de que sepas qué características son esenciales para que el resultado sea el que deseas.
Así, hablaremos de las características estructurales que debe tener cualquier relato autobiográfico: la persona gramatical, la prosa y el verso, la extensión, el orden lineal, la vida como metáfora y la firma.
#La persona gramatical: se refiere el empleo del yo, del tú, de él/ella, o del nosotros, que son datos formales que pueden entrañar una cierta relación, distancia, identificación o solución del «yo» narrador con respecto al personaje.
En las autobiografías, cualquiera que sea la persona gramatical que emplees en la narración, es imprescindible que haya identidad entre autor, narrador y personaje. Es decir, que quien cuente la historia sea quien la ha vivido. De este modo, el libro ganará en credibilidad y cercanía, y más si hablamos de un libro con el que tus lectores deberán sentirse identificados.
#La prosa y el verso: la mayoría de los textos autobiográficos adoptan la prosa como vehículo de expresión porque su lectura resulta más cómoda para el lector. Si has escrito sobre tu vida, o piensas hacerlo, este es el formato más adecuado. Por supuesto, si manejas la poesía no está de más que en algún momento puedas incluir un poema inspirador, por ejemplo, pero la base debe seguir siendo la prosa.
#La extensión: la extensión es libre, pero debes abarcar un espacio de la vida suficiente para que exista un cierto dinamismo en el relato.
#El orden lineal: la mayoría de los textos autobiográficos adoptan una forma lineal en la que puedes seguir una división cronológica en capítulos y épocas de tu vida, por eso hay una secuencialidad temporal que responde a un principio de organización. Con este orden siempre aportarás coherencia.
#La vida como metáfora: cuando tu vida real la trasladas al papel, el texto que resultará se convierte en una metáfora pragmática que permitirá que tú como autor te expliques y que tus lectores puedan comprenderte.
#La firma: esta culmina simbólicamente los textos autobiográficos. Es la garante del texto, y en ella expresas el principio de autoridad y de autoría que caracteriza las obras artísticas.
¿Ya tienes tu autobiografía escrita o estás en ello? ¿Tienes dudas de cómo darla a conocer? Escríbeme (sin compromiso) y te diré qué puedes hacer para que tu libro comience a ayudar a cientos de personas.
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