A la hora de enfrentarnos a la elección del tema para una novela, existen multitud de ellos que pueden servirnos de base para la trama de la obra. Entre ellos están, por ejemplo:
1. La novela policíaca. Este tipo de relatos consta de una serie de elementos de relatos. Siempre existen un delito y un delincuente. El detective será quien los ponga en evidencia a través de la investigación.
2. La autodestrucción. La destrucción de una persona implica su reducción a la miseria física o moral, o las dos a la vez.
3. La muerte. En los momentos que preceden a la muerte segura, en soledad, sin poder comunicarse con los demás, una persona con los sentidos debilitados registra sensaciones y encuentra su propio pasado o imágenes claras de su vida.
4. El fracaso, reflejado, por ejemplo, en una persona que va a buscarse la vida a la ciudad y no lo consigue.
5. La novela de aventuras, con temas como el naufragio o la supervivencia.
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