Hoy te voy a dar unas pistas sobre cómo crear personajes literarios que enganchen a tus lectores.
Como esos personajes de tus libros favoritos.
O como los de esas serie de televisión que te gustan.
¿Sabes por qué suelen tener tanto tirón personajes como los de Juegos de Tronos, por ejemplo?
¿Por qué ocupan horas y horas en la pequeña pantalla y todos hablamos de ellos?
No sé si sigues Juego de Tronos o no, pero seguro que has oído hablar de la serie (te confieso que yo soy de las segundas, Juego de Tronos no está entre mis favoritas…).
Pero si estás enganchado a ella, me dirás que la trama de esta serie te encanta porque hay intriga, pasión, venganza, drama, mucha acción…
Pero no me digas que eres de los Lannister o de los Stark solamente por los ideales que defienden. No.
Seguro que eres de una u otra casa porque has descubierto algo especial o bien en Tyrion Lannister, o bien en Jon Nieve.
Si nos centramos en el libro escrito por George R.R Martin y dejamos de lado la serie, ocurre lo mismo.
El escritor ha sido capaz de crear personajes tan profundos que ellos mismos llenan el libro, más allá de las tramas, de la acción y de la historia central.
Pero ¿qué es lo que ha hecho el autor americano para trabajar así sus personajes, y lo más importante, qué puedes hacer tú para crearlos con esa misma profundidad?
Cómo crear personajes literarios que enganchen a tus lectores
Aquí van tres consejos para crear personajes profundos que siempre debes tomar en cuenta.
1- Ofrece datos de tus personajes, pero sin aburrir a tu lector.
Se trata de que tus personajes «digan», «hablen» de ellos mismos. De sus inquietudes, de qué les sucede, de cómo entienden la vida. En definitiva, es genial que tus personajes se muestren ante tus lectores tal como son.
Pero no olvides que eso no tiene nada que ver con dar datos sobre ellos qque solo despisten al lector.
Recuerda que a la hora de describir un personaje siempre es más importante que incidas en su psique que en su físico.
Para quien te lee es más útil comprender cómo actúa y por qué, a que le digas si es alto, bajo, guapo, o va vestido de una forma actual o anticuada.
Te pongo un ejemplo. Imagina que el personaje femenino principal de tu novela es una mujer de mediana edad de la alta sociedad. Vas a describir una escena en la que ella llega a una fiesta impecablemente vestida.
Pues bien, salvo que la ropa que lleve sea determinante para comprender la escena, es más importante que le digas al lector qué piensa ese personaje al llegar a la fiesta, a que le cuentes de qué color es su vestido o cómo es su peinado.
Importante: el carácter de tus personajes
2- El creador de Juego de Tronos no equivoca el carácter de sus personajes, así que tú tampoco debes hacerlo.
Crear personajes que parezcan reales, de carne y hueso, no es una tarea sencilla.
Por eso, uno de los errores más comunes que seguro cometes es precisamente confundir los caracteres. Así, en muchas ocasiones, todos tus personajes, sin quererlo, acaban siendo como tú.
Es verdad que todo cuanto escribimos tiene mucho de nosotros, es inevitable. Pero tienes que conseguir que tus personajes tengas personalidad propia, y que se parezcan lo menos posible a ti.
¿Cómo puedes hacerlo? Tienes que aprender a tomar distancia de ti mismo para conseguir que cada uno de tus personajes actúe como debe hacerlo. No como tú actuarías.
Por ejemplo, imagina que tienes que crear un personaje masculino, un adolescente, que está esperando ante un paso de peatones para pasar.
Y a su lado, hay un anciano ciego.
Tu personaje masculino es un rebelde, asocial, agresivo, que no tolera a los ancianos. Así que lo más normal, y lo que tu lector espera, es que no ayude al anciano a cruzar la calle.
Tú, en su misma situación, por supuesto que ayudarías al ciego. Pero tu personaje no puede hacerlo; de hecho, si lo hiciera, estaría rompiendo el esquema mental del lector y actuaría de un modo completamente diferente a como se espera de él.
Profundiza
3- La clave es la profundidad.
Hay muchísimos escritores que tienen un gran problema para dotar de vida a sus personajes y aportarles personalidad.
Es verdad, tienes razón. Esta es una de las partes más complicadas cuando escribes tu novela, pero también será la que mayores satisfacciones te dará porque solo tú serás el creador de tus propios personajes, les darás vida.
Conclusiones
Debes ahondar y trabajar el carácter de tus personajes para lograr que no sean planos, porque en ese caso tu lector no se involucrará en la narración. Este tiene que sentir lo que siente tu personaje para que pueda interesarle lo que le ocurre.
Ten en cuenta que a la hora de crearlos, éstos no han de ser ni muy buenos ni muy malos porque de este modo caerías en el maniqueísmo, no habría término medio.
Y no olvides que la regla de oro en tu relato tiene que ser la verosimilitud, así que si tus personajes no son creíbles, tu libro tampoco lo será.
Sé que te estás preguntando qué puedes hacer para darles profundidad.
Solo hay dos premisas: dale muchísima importancia a la forma en la que se expresen, y concede toda la importancia a la forma en que tu narrador los describe. Por supuesto, cuida muchísimo cualquier detalle.
Así que no lo olvides: aporta datos sin cansar, da personalidad propia a tus personajes, y sobre todo profundiza en ellos, trabájalos.
No sé cuál es el principal obstáculo al que te enfrentas cuando creas personajes, ¿quizá que no aportan nada? ¿Son planos? ¿Te cuesta crear diálogos para ellos?
Muchas gracias.