
Esta va a ser la tercera novela que publico y buscaba un agente que compartiese conmigo el gusto por los libros bien editados.
Para mí, un libro se saborea ya en la tienda, en la estantería de casa, mirándolo, tocándolo, oliéndolo… anticipando el momento en que lo leerás, lo releerás, lo revisaras o lo devolverás con amor a su lugar. Incluso, aunque no lo leas nunca, tiene su sitio en el estante de las historias prometidas, aún no desveladas, sólo soñadas.
Amalia muestra un profundo respeto por lo que escribimos, y creo que es la persona adecuada para lograr un buen libro. Por eso la elegí, y quiero creer que esa afinidad contribuyó a que ella eligiera mi historia. Ahora trabajamos juntos para conseguir un buen libro que, un día, tendrá su lugar en más de una estantería…