Amalia resolvió todas estas dudas y me explicó el proceso paso a paso, desde la revisión y mejora de mi novela hasta el paso final de enviarla a las editoriales. Lo que más me ayudó es saber que estaba trabajando en la dirección correcta y recibiendo consejos profesionales sobre qué partes de mi historia debían mejorarse o simplificarse. El resultado final fue una novela que, sin haber perdido su esencia inicial, es más adecuada para los jóvenes a los que se dirige.
Y es que, aunque tenía experiencia previa en autopublicación de cuentos cortos, cuando di el paso a escribir mi primera novela juvenil, me di cuenta de que tenía demasiadas dudas tanto sobre la calidad de mi libro como del proceso para llevarlo al público adecuado.
¿Era mi historia adecuada para el grupo de edad al que me dirigía? ¿Valía la pena llevarla a editoriales tradicionales? Y lo más importante, una vez tomada la decisión, ¿cómo hacerlo?
Independientemente de que la obra sea finalmente publicada a través de una editorial tradicional o de la autopublicación, el proceso me ha proporcionado la confianza de estar compartiendo la mejor versión posible de mi novela y me ha ayudado a superar el miedo que tenía a intentar publicar esta primera novela.