Cuando era pequeña y me hacían la típica pregunta «¿Qué quieres ser de mayor?», respondía: «Enfermera, bióloga, patóloga forense…», pero jamás se me habría ocurrido pensar en la escritura como profesión, o en que algún día publicaría uno o varios libros. Pero si algo he aprendido en estas casi cinco décadas de existencia es que la vida da muchas vueltas.
Siempre he sido una persona peculiar, con un recorrido vital complicado, y me ha costado bastante «encajar» en un mundo que se me antojaba hostil, tan diferente a mí.
En ocasiones, una tiene cierta intuición acerca del camino a seguir, aunque suponga acabar con todo y volver a empezar. Y tuve una especie de visión a finales de 2012. Comencé a ser consciente de que la respuesta correcta a la cuestión planteada en mi niñez tenía que ver con el campo de la sexualidad y que quería ser «Sex Coach». Y así ha sido. Doy soporte profesional a personas en proceso de cambio que quieren alcanzar su propia plenitud sexual; en especial a aquellas no normativas, o que tengan alguna diversidad funcional.
Para llegar a esta realidad pasé por un proceso oscuro de introspección y de gestión de mis emociones que me llevó, entre otras, a tomar una gran decisión: tomar mi vida, mis experiencias, descubrimientos y aprendizajes, plasmarlas en un libro de autoayuda para darles la vuelta, un valor positivo y compartir el trabajo personal que me ha hecho evolucionar a la mujer maravillosa en que me he convertido.
«El precio de mi sonrisa» contiene mi mensaje, el que quiero transmitir en primera persona y poniéndome como ejemplo, para dar esperanza y herramientas positivas a personas que se encuentren en alguna de las situaciones que relato.