No recuerdo un momento de mi vida en el que no fuese un apasionado de la ficción. Quizás cuando era un bebé rubio y cabezón, o después de ver la cuarta de Indiana Jones. El resto del tiempo he estado prendado de la televisión, los libros, los cómics y, sobre todo, el cine.
El niño intenso pero abstraído que era entonces absorbía lo visto y lo proyectaba en el mundo real: sobre cualquier roca veía posado el pie de un héroe, en la piscina más pequeña podía introducir un enorme monstruo marino. Supongo que eso explica mi talasofobia. Eso, o todas las películas de tiburones que me tragué de pequeño.
Tampoco piensen en mí como un crío apartado al que le costaba relacionarse con los demás. No es que la imaginación fuese una vía de escape, es que me resultaba difícil escapar de ella. Gracias a Dios, tuve una infancia feliz, aunque hoy día mi madre me pregunte por ello, y quizás eso no sea una buena señal. De cualquier modo, me hice mayor, crecí como crecemos todos y me licencié en Criminología y en Derecho, carreras que alimentaron mi curiosidad por personas, lugares y situaciones que aún no se habían dado y a los que yo podía dar vida.
No fue hasta verano de 2016 que empecé a redactar mis propias historias, primero en cuadernos. y luego, harto de mi horrible letra («carne de psicólogo», me llegó a decir un profesor airado), a ordenador. Desde entonces no he dejado de escribir, sacando tiempo de mis estudios para crear relatos, cada vez de forma más seria y concienzuda, fijándome en las estructuras y formas usadas por mis autores favoritos, formando una voz propia.
Es así como llegué a mi primera novela, El Matiz de un Asesino, la historia de Tano y Ana. A través de ella el lector descubrirá los sacrificios y pecados que madre e hijo llevarán a cabo por el bien de una familia en horas bajas, dentro y fuera de una organización criminal que maneja Sevilla a su antojo. Desde ambas perspectivas descubriremos un mundo cruel donde todo es personal y nada está prohibido, una historia que transformará a uno de ellos en un asesino.