Los gustos de los lectores jóvenes han cambiado hacia lo siniestro y el mundo de los muertos, un tema que Stephanie Meyer inauguró con éxito con la triunfadora saga «Crespúsculo». Amores entre adolescentes y vampiros que se desarrollan en «Luna Nueva», «Eclipse» y «Amanecer».
Las malas lenguas aseguran que esta autora estadounidense comenzó con su andadura como escritora cuando vio en un sueño claramente a los que serían los protagonistas de este fenómeno literario que ya tiene relevancia mundial, y que es la historia de amor entre la joven Bella y el vampiro Edward Cullen.
Por eso no resulta sorprendente que el primer adaptado al cine recaudase 70 millones de dólares y los lectores la respaldasen llenando las salas de cine de todo el mundo.
Sin embargo, la producción literaria de Meyer no ha concluido con «Amanecer«, de forma que en julio llegada a las librerías «La segunda vida de Bree Tanner«, un spin-off de la saga original y que se centra en uno de los personajes secundarios de «Eclipse».
Pero ¿por qué gusta Stephanie Meyer? Ha sido comparada con J.K Rowling y Anne Rice. Ha rescatado al vampiro, uno de los monstruos más clásicos de la literatura del siglo XIX, y lo ha acercado a un público juvenil. Asimismo ha despojado sus obras de elementos góticos que, hasta este momento, rodeaban al vampiro: no hay ataúdes, ni niebla, ni castillos. Y los traslada a un instituto estadounidense, moderno y actualizado. Además los representa como seres capaces de enamorarse y que salen a la calle de día. Asimismo ha ampliado el universo vampírico y presenta a estos seres atractivos y cercanos.
Después de la saga «Crepúsculo«, los vampiros en literatura ya no volverán a ser lo mismo. La modernidad les ha dado una segunda oportunidad. Por eso cientos de jóvenes de todo el mundo esperan en las librerías de todo el mundo y las editoriales han disparado sus ventas. De este modo se cumple con la máxima de que «solamente un vampiro te amará para siempre».