Mi madre fue quien me inculcó el amor a la lectura desde muy temprana edad.
Y ha sido tanta su influencia que he devorado miles de libros de diferentes autores y géneros.
Algunos solo los leía, la gran mayoría los vivía, me transportaban a diferentes lugares, épocas y contextos.
Poco a poco comencé a escribir, por el simple placer de plasmar pensamientos.
Ahora he decidido escribir mi libro Ojo por diente para quienes deseen compartir mi imaginación, esperando que su lectura les produzca el mismo placer y experiencia que los buenos libros suelen ocasionar.