Siempre, desde que era pequeña, mi vida se ha relacionado con distintos tipos de arte; música, danza y teatro. Este último lo empecé a practicar desde que estaba en primaria siempre me gustó y estaba en una academia la cual nos permitía dar rienda suelta a la imaginación.
Recuerdo que todo comenzó en segundo de la ESO. Tenía trece años e íbamos a preparar una pequeña obra para Navidad. Nos explicaron que nos dividirían por parejas o grupos de tres y nos darían una escena a cada grupo de alguna de las grandes obras de la literatura. En ese entonces mi compañera tuvo que faltar esos días, por lo que fui yo quien trabajó con una escena de Sueño de una noche de verano. La idea era pasar la escena a un lenguaje del siglo XXI. Al inicio me pareció algo interesante, y según iba escribiendo me daba cuenta de cuánto me gustaba hacer eso.
Tras ese momento me di cuenta de lo mucho que me gustaba escribir; no obstante, tenía exámenes, por lo que volví a comenzar a escribir cuando nos encontrábamos en cuarentena, lo utilicé como distracción de los trabajos que me mandaban. Desde ese momento no he parado.
Comencé Adal Hughes a la vuelta de verano, en cuarto de ESO, para poder escribir de vez en cuando los fines de semana. Claramente, debido a los estudios no lo terminé durante el curso, sino que lo terminé ese verano.
Actualmente me encuentro en primero de bachillerato, gracias a que este es un curso donde se necesita nota no puedo escribir durante el curso. No obstante, sí es cierto que deseo seguir escribiendo, y en relación con Adal Hughes, mi primer proyecto, es algo que me gustaría continuar.