Cuando pensé en entrevistar a una escritora con éxito, y que uniese juventud, frescura y talento, lo tuve claro.
Esa autora era María Jeunet.
La conocí hace unos meses del modo más curioso, ya que acudí por un tema personal al lugar donde ella trabaja, y poco a poco me enteré de que además de ser buena profesional en su terreno, comenzaba a despuntar como escritora.
Pero no supe hasta más tarde que aquella aspiración de la que ella hablaba, era mucho más que un proyecto literario, y es que sus primeras obras en ebook, Las hojas de Julia y La foto de Noa, se convertían en súper ventas en Amazon en pocas semanas y, por consiguiente, se editaban en papel unos meses después.
Hoy te traigo esta entrevista que he querido hacerle con motivo del lanzamiento de su tercer libro, El nombre propio de la felicidad, que edita con Planeta.
Sincera, sencilla y siempre amable, esta es María Jeunet. Si la descubres, te encantará; y si ya la conoces y la has leído, te acercarás a ella un poquito más. Aquí la tienes.
Pregunta: Nueva novela recientemente publicada, y con una editorial de peso. ¿Cómo han sido estos años desde que publicaste tu primera obra, Las hojas de Julia?
María Jeunet: Amalia, gracias en primer lugar por tu interés, es un placer compartir este espacio con Hera Ediciones y sus lectores.
Han sido casi tres años de aprendizaje exprés; me inicié en esto sin saber nada de la edición ni todo lo que la rodea. Cuando terminé mi primera obra tenía claro que quería seguir escribiendo y mejorando, pero no sabía hacia donde debía dirigirme.
Investigué un poco en la red y conocí la autoedición del ebook en amazon. Decidí probar suerte y tres meses después estaba firmando el contrato para publicar esa y también mi segunda novela, La foto de Nora.
Mientras esas novelas seguían volando hacia los lectores, yo seguía escribiendo, y me planteé la posibilidad de contar con un agente literario.
Tardé poco en decidir que esa figura es importante para un escritor: nos guía y nos aconseja en un mundo tan complejo como es la industria literaria.
P: ¿Ha cambiado tu forma de escribir desde aquel primer libro? ¿Consideras que ha habido una evolución al respecto?
M. J: Sí, ha cambiado porque las historias son distintas, a medida que escribo más aprendo a ahondar más en todos los ingredientes de la novela: personajes, ambientación, tramas, dramas, humor… Escribo con la misma ilusión pero con una pasión contenida, pensando más lo que quiero transmitir.
Las historias de María
P: Julia, Nora y Nico, el último de los personajes que entrará en la vida de tus lectores. Tres personajes a simple vista distintos, aunque creo que muy auténticos, pero ¿qué tienen en común? ¿Y las historias que les suceden?
M.J: Si fueran personas reales sé que Nico y Julia serían buenos amigos: ambos son positivos, siente pasión por la vida y son soñadores, cada uno a su modo. Sin embargo Nora, aunque participara de su amistad, guardaría para sí misma sus sentimientos. Es más reservada e independiente. Sus historias son completamente distintas, la de Julia es luz, diversión y colores. La de
Nora es más dura, es un duelo amoroso en plena juventud que ha de afrontar siendo adulta. Y la de Nico es una historia de superación contada con mucho humor y optimismo.
P: Son personajes entrañables, soñadores, inquietos, pero sobre todo que empatizan muy bien y atrapan al lector. Las historias que cuentan son cercanas, con las que el lector se emociona (lo digo porque a mi también me ha pasado). ¿Por qué esa búsqueda de personajes que entran directamente en el corazón del lector?
M.J: Creo que tiene que ver con algo muy personal: las historias que más me han marcado (novelas, películas, series…) son aquellas que me removieron el alma. Cuyos personajes me acompañan durante toda la vida.
Recuerdo no poder leer algunas páginas de Cumbres borrascosas por las lágrimas de emoción o por la angustia que sentí al leer 1984.
Cambiando de registro, no puedo evitar pensar en el final de la serie Cómo conocí a vuestra madre. Siento que las emociones me recargan la inspiración y las ganas de vivir. No sería feliz en un mundo sin sentimientos.
P: ¿Qué hay de María Jeunet en Julia, Nora y Nico, en lo que les ocurre?
M.J: No mucho, la verdad. ¡Y menos mal! Mi vida es mucho más sencilla que la de esos pobres, ¡ja, ja, ja!
Me gusta crear personajes diferentes a mí para poder experimentar qué se siente viviendo en su pellejo.
El proceso de creación de la obra
P: ¿Cómo ha sido el proceso de escritura de El nombre propio de la felicidad? ¿Cómo nació Nico?
M.J: Es una historia muy bonita. Ya en su inicio supe que ahí habría mucha felicidad.
La historia de Nicolas Cambril, el protagonista de El nombre propio de la felicidad, estalló en mi cabeza una mañana en París.
Yo bajaba las escaleras de la estación de metro de Abbesses y me fijé en que había una cámara dirigida hacia las personas que pasábamos por allí.
Imaginé que detrás de la cámara habría una persona vigilándonos y se me ocurrió sonreírle.
Y en ese momento Nico se formó en mi mente: supe que Nico sería vigilante del metro de París, que sería un escritor con mala suerte, que tendría unos amigos estupendos y problemáticos, y que necesitaría un aliciente para encarrilar su vida. Ese aliciente sería la sonrisa de una chica a través de una de esas cámaras.
El proceso de escritura se prolongó poco más de un año.
Lo hice en dos partes: escribí una primera versión (cuya segunda parte no acaba de convencerme) y tras una primera reunión con mi editora tomé la decisión de reescribir las últimas 150 páginas. De esa forma la novela creció, se hizo más profunda, realista, dramática y divertida.
P: Centrémonos ahora en la parte más centrada en la creatividad. ¿Cómo es el proceso que sigues para escribir? ¿Cuentas con alguna rutina?
M.J: Me siento aún novata como para explicar cuál es mi proceso creativo, pero os contaré brevemente cómo suelo hacerlo.
Tengo una idea. Empiezo a darle vueltas mentales y cuando siento que es fuerte comienzo a escribir en cuadernos todo lo que la historia me va contando.
Después organizo la trama: me gusta ir sobre seguro. Creo capítulos y escenas y voy detallando todo lo que he imaginado.
Si necesito documentarme lo hago fundamentalmente antes de escribir, pero si son datos muy concretos me gusta contrastarlos durante todo el proceso hasta estar segura de que no meteré la pata.
Escribo en mi viejo ordenador desde la tarde del jueves al domingo incluido, son los días en que no trabajo en mi clínica.
Me gusta tener un café o un té cerquita. Suelo trabajar con música, me ayuda a aislarme. Pasados dos o tres minutos desde que empiezo a escribir no soy consciente de ningún sonido.
Ya me pasaba siendo estudiante y es algo que me acompaña desde entonces. Y normalmente tienen que obligarme a bajar a comer o a cenar…
P: ¿Tienes algún autor que te sirva de referente a la hora de escribir?
M.J: Creo que cualquier autor puede aportar algo positivo: hace poco hablaba con el escritor Carlos Fortea y me contaba que aunque no tenga ganas se obliga a sentarse al menos una hora al día para escribir.
Stephen King escribe desde años «con horario de oficina». Kate Morton viaja a los lugares en los que ambienta sus novelas. Sábato crecía cuando se juntaba con sus amigos artistas por la noche…
En fin, todas esas personas inteligentes tienen algo que aportar a los que queremos seguir sus pasos.
P: ¿Hay algún consejo que tú hayas recibido, desde que comenzaste con la escritura del primer libro, y que sigas desde entonces al pie de la letra?
M.J: Lo cierto es que no, Amalia.
P: Esta es una pregunta que me gusta hacer a todos los escritores con los que hablo: ¿Cuál es la razón por la que escribes? ¿Qué te lleva a compartir tus historias con tus lectores?
M.J: Escribo para ser más feliz, para vivir más.
Comparto esas historias que me emocionan porque así siento que hay otros humanos que sienten como yo. En un mundo cada vez más brutal, salvaje (y diría que inculto) encontrar a personas que disfrutan con lo que a mí me emociona, me reconforta.
Unos consejos para escritores noveles
P: ¿Ha cambiado tu vida, o la forma de verla, desde que diste el paso de escribir, y desde el momento en que publicaste tu primera obra?
M.J: Mi vida es más entretenida ahora: leo más, aprendo más de otros temas, me divierto más…
Puede que también esté un poco más cansada, ¡ja, ja, ja! Pero lo esencial no ha cambiado: sigo teniendo a mi familia, mi trabajo, mis rutinas diarias y laborales…
P: ¿Qué consejo le podrías dar a los escritores que han escrito su primera novela, y que desean editar?
M.J: Que no desfallezcan. Que no se obsesionen. Que si trabajan en ello, antes o después, tendrán su recompensa. Y sobre todo: que disfruten de lo que hacen.
P: Por cierto, María, ¿qué sentiste esa primera vez en la que una editorial te dijo que sí, que ibas a publicar Las hojas de Julia?
M.J: Recuerdo que cuando recibí los primeros contactos de editoriales mostrándose interesadas por Julia, no podía parar de sonreír. Con el primer email salté tanto que podría haber hecho un mate a lo Pau Gasol, ¡ja, ja, ja!
Un balance final
P: ¿Qué balance haces de las tres novelas que has escrito? Leyéndolas, y también por lo que tus lectores dicen, tienes una gran capacidad para tocar el corazón del lector, lo que no siempre se consigue.
M.J: Qué pregunta tan complicada, Amalia. Mi balance, sobre todo con mis dos primeras novelas, es que acerté entrando en este mundo con ese género. Conseguí encontrar un grupo de lectores sensibles que espero sigan a mi lado mucho tiempo.
El nombre propio de la felicidad supone un salto, pues no es una novela romántica, es más que eso: habla de la vida, de las decisiones, de cómo superar las adversidades, de la amistad, del paso del tiempo, de lo que dejamos atrás…
Y la siguiente novela que tengo en marcha supondrá un cambio de registro brutal.
P: El nombre propio de la felicidad no será tu última novela, ¿verdad?
M.J: No, para nada. Como te decía antes, tengo en marcha una nueva historia. Y otras muchas más esperando ser plasmadas. Mientras escribir suponga alegría seguiré haciéndolo con mucho gusto.
P: Sé que has estado en la Feria del Libro de Madrid. Pero además, ¿cuándo serán las próximas presentaciones de El nombre propio de la felicidad? ¿Y para cuándo nos presentarás a Nico en Salamanca?
M.J: Sí, así es. He estado el día 11 de junio en la Feria del Libro de Madrid. De momento no tengo previstas más fechas, la falta de tiempo me lo impide, pero no descarto nada de aquí a un tiempo.