Nacida en Córdoba, Argentina, al poco tiempo de aprender a leer y escribir descubre su fuerte inclinación a la creación literaria, pasión que la acompaña permanentemente y a cada paso de la vida.
A los diecinueve años, movida por intensos ideales de dedicarse al servicio de los demás, ingresa en una congregación religiosa católica, donde permanecerá a lo largo de quince años.
Allí cursa sus estudios en filosofía y teología. Si bien la mayor parte de sus actividades se realizan en el campo educativo (profesora de nivel inicial, primario, secundario y terciario, dirigente de grupos juveniles y misioneros, asesora de grupos de apoyo a matrimonios, animadora de talleres para padres y adultos, directora de Nivel secundario, secretaria docente, administrativa, etc.), aquellas actividades más ligadas al ámbito de la asistencia social se imprimen a fuego en su psiquis (trabajos en zonas deprimidas urbanas y rurales, comunidades aborígenes, directora de una residencia para niñas en riesgo social y familiar).
Toda esta diversidad de públicos, sumados a su propia experiencia interna, producirá un progresivo y fundamental giro en su modo de pensar la vida, a Dios, a la religión, al hombre, a la sociedad, al mundo… No sin razón puede decirse que el contacto cercano con el dolor humano (incluido el suyo propio) significa su verdadera escuela. En este proceso surgen dos novelas casi a la par, «La Isla Blanca» y «Siete Rostros para una Mujer», obra representada por HE Agencia Literaria.
A los treinta y cinco años afronta el desafío de retornar la vida secular. Actualmente ejerce su profesión en un colegio secundario.