Nací en Planes (Alicante) a mediados del siglo XX.
Mi vida se ha desarrollado, por motivos familiares, en Mallorca, a donde llegué con 14 años, y aquí sigo en la actualidad. Estoy casada y he tenido dos hijas y un hijo.
Siempre sentí inclinación por la poesía y escribí mucha en mi adolescencia y juventud, pero también es verdad que la destruí toda un día.
Desde pequeña, con siete años, comencé a estudiar piano. Mis primeros exámenes fueron en el conservatorio de Murcia, luego en el de Valencia y más tarde en el de Barcelona de la calle Bruch.
Ya en Palma, y años después, dediqué 10 años a estudiar con el pianista mallorquín Joan Moll, que enriqueció mi manera de tocar con la técnica recibida por él de Claudio Arrau, pianista chileno admirado internacionalmente y formado en Berlín. A ambos mi agradecimiento.
Al tiempo, compaginé mis estudios musicales con los de Comercio en la Escuela Superior de Palma. He trabajado desarrollando ambas, y finalmente los últimos 15 años de mi vida laboral lo hice como profesora de enseñanza secundaria en varios institutos de Mallorca.
Al acabar esta etapa volvió en mí la necesidad de expresar unos sentimientos y emociones que había tenido estancados, congelados, y así surgió esa especie de terapia que he plasmado en este mi primer poemario.