«Caminante, no hay camino, se hace camino al andar…»
Estos fueron los primeros versos que aprendí, y, qué os puedo decir… con los años han ido cobrando más sentido.
¡Qué gran Machado!
El camino que he ido abriendo desde mi Valencia natal me llevó por la senda de las ciencias de la salud, de la enfermería y de la medicina, de los problemas de otras personas.
La lectura la fui recogiendo verso a verso, enraizándose en mi interior hasta formar parte de mí, alimentando mi imaginación.
Con la intención de no defraudar a este gran poeta, continué forjando el mío propio; viajando, viviendo y trabajando como médico en diferentes lugares: Valencia, Tarragona, Normandía, País Vasco francés…
«Al andar se hace camino (…)»
En cada lugar hay piedras con las que tropezar y flores que recoger, en definitiva, experiencias que siguen siendo los nutrientes de la creatividad.
Un día, la necesidad de crear me llevó a plasmar en papel aquello que rondaba en mi cabeza. Ya no me conformaba con pintar los personajes creados por otros; quería dibujarlos yo mismo, darles vida. De ahí surgió El secreto Rosselló, mi primera novela.
La definiría como un cabello teñido de novela negra, con raíces de ciencia ficción y algunas mechas románticas y policíacas. Un reflejo de las alegrías y los sinsabores de nuestra sociedad.
Mis primeras publicaciones han sido: el microrrelato Realidad o ficción y el haiku Anhelos, incluidos en sendas antologías de la editorial Diversidad Literaria.
También me apasiona la creación de cuentos infantiles, dirigidos a edades de entre nueve y doce años, y de los cuales tengo diferentes proyectos.
En estos momentos, mi sendero me está llevando al inicio de mi segunda novela…
«…Caminante no hay camino, sino estelas en la mar»