Se dice que nació en Tacubaya, en la Ciudad de México, justo una semana antes de que The Beatles lanzaran su primer disco, y que se estrenara El satánico doctor No, la primera película de James Bond.
Dicen que aquella fue una buena semana…
En los mentideros de Tacubaya se cuenta que cuando era niño vivió entre gallinas, gatos, árboles frutales, perros y lagartijas, y que en las tardes escuchaba las historias de aventuras, fantasmas, aparecidos y la mismísima Llorona en los libros que su padre les leía a él y sus tres hermanos justo antes de la cena.
Hay todavía quien lo recuerda en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México.
En los viejos documentos de los tiempos anteriores a las computadoras, puede leerse todavía su nombre borroso entre los alumnos de la carrera de Literatura Dramática y Teatro.
Algunos atestiguan que fue ahí que comenzó a escribir su primera novela.
Con el paso de los años, lo vieron en el Instituto Nacional de Bellas Artes dando clase de Literatura, de Historia del Arte y de Teatro.
Los más enterados dicen que ya está jubilado, que jamás ha publicado algo, pero que él escribe cuentos e historias que un día le dará a la imprenta.
Y hay quienes afirman que su primera novela, “De las cúpulas del cielo a los huesos de la tierra”, puede publicarse en poco tiempo.