Nací en Santiago de Chile. Estudié Publicidad.
A los 15 años escribí mi primer cuento de mi colegio, pero mi profesora lo entregó a un concurso con otro nombre porque me dijo que no era mío, después de muchos años comencé de nuevo.
Escribí la vida de unas prostitutas, las envié a concurso y me dijeron que no eran dignas de leer.
Luego escribí varios cuentos cortos como de 10 páginas cada uno, también algunas historias, junté algo de dinero y me fui a recorrer Europa. Me gasté lo que no tenía. Entonces, al volver a mi país, pensé que algo andaba mal en mí y decidí asesorarme por Amalia Sanchez. Me atreví a escribir algo de la
vida, Catalepsia, sobre una mujer que fue enterrada en un cementerio que al parecer estaba viva. Fue noticia en uno de los periódicos de mi país.