Mi pasión por escribir nació conmigo, pero por infinidad de razones terminé estudiando psicología, carrera que amé y ejercí por muchos años. Sin embargo, como una especie de huésped oculto y muy tímido, esta fascinación empezó a asomarse por las ventanas de mi mente.
Pequeños párrafos que se iban convirtiendo en cuentos cortos anhelaban salir y cobrar vida, así fuera solo para que unos cuantos a mi alrededor supieran de ellos. Entre más estudiaba las grandes novelas y a los grandes autores, me iba armando de valor, hasta que un maravilloso libro llegó a mis manos: “Cartas a un Joven Novelista” de Mario Vargas Llosa. Al principio, este libro era un perfecta clase de literatura, enseñando las grandes hazañas y proezas de los más refinados novelistas y de sus exquisitas obras, así como dando valiosas lecciones sobre lo que debería de hacer un joven novelista, pero en los párrafos finales se descubrió el mensaje que yo estaba esperando: “Querido amigo: estoy tratando de decirle que se olvide de todo lo que ha leído en mis cartas sobre la forma novelesca y de que se ponga a escribir novelas de una vez. Mucha suerte”.
¿Y por qué no? Así que me decidí a escribir aquellas historias que se estaban amontonando en mi mente. La fantasía y la ficción, mis grandes amigas, fueron mis herramientas, pero no como escape, si no como proyección. Todos de una u otra forma somos los héroes de nuestra propia historia, cada día debemos aquietar nuestros más grotescos impulsos, combatir las más ridículas fobias, así como vencer los más terribles miedos, solo para continuar, para seguir viviendo, y por qué no, para hacer nuestro camino un poco mejor. En una historia, en un libro, podemos encontrar esa fuerza, podemos encontrar la chispa que necesitamos en nuestra vida o la alegría que anhelamos después de un mal día, para mí eso son las historias de fantasía, no solo nos arrastran, nos hacen más valientes y nos contentan. Eso es justo lo que deseo trasmitir con Siete mundos, mi primera novela de fantasía y ficción, que he ambientado en la infinitud del universo, con su exquisita belleza, su magia y su misticismo.
Así que aquí voy, espero me acompañen en esta gran aventura.