En la novela todos los elementos que se transcriben son funcionales y tienen un destino concreto, y si no es así deben eliminarse.
Dentro de una novela encontramos los siguientes elementos narrativos:
1) Fragmento: es la unidad mínima de un texto referida a un tema. Puede incluir la descripción y el diálogo. La acumulación de fragmentos narrativos darán lugar a las situaciones.
2) Situación: contextualiza el fragmento y se forma por la acumulación de varios que dan lugar a los episodios.
3) Episodios: se conforman con las situaciones referentes a un tema. En ellos se plasman los conflictos, que pueden resolverse en ese mismo capítulo o quedar pendientes para capítulos posteriores. El conjunto de episodios relacionados forman un capítulo.
4) Capítulo: es la unidad argumental que contiene fragmentos, situaciones y episodios, y que permite concluir un conflicto menor. Es necesario que contenga el suficiente interés como para que el lector ansíe comenzar el siguiente capítulo, ya que quedan suficientes conflictos fundamentales sin resolver.
Este consejo forma parte del taller intensivo Aprender a escribir mi primera novela.