El erotismo comprende una manifestación particular del amor, íntimamente ligado a las relaciones sexuales, si bien no puede reducirse a ellas. El erotismo, como todo valor humano, hay que experimentarlo y se trata de una elección consciente.
El texto erótico requiere un tipo particular de exhibicionismo, siempre busca sugerir más que mostrar, con el fin de estimular la imaginación y los sentidos del que lee. Y es que el erotismo suele adoptar dos procedimientos que conllevan dos estilos diferentes.
Por una parte, puede emplear la sobredeterminación concreta, y pone de relieve la vertiente más baja de la sexualidad humana (pornografía). Por otra, puede seguir la tradición clásica y literaria para lo cual emplea un lenguaje refinado y distanciado de lo real.
Pero ¿que características ha de tener una buena novela erótica para que se considere como tal?
a) Debe resaltar las potencialidades del deseo, las formas de la sexualidad, y el derecho al placer.
b) Debe llevar a cabo la transgresión moral, la irreverencia, la liberación de tabúes y prejuicios. Presenta los deseos sexuales más sensuales y los más promiscuos.
c) Ha de enfrentar el puritanismo religioso y social.
d) Moviliza el imaginario del lector y activa la capacidad de fantasear. Constituye uno de los elementos mentales que permite poner en escena los instintos sexuales más escondidos y lúdicos. En este aspecto, la novela erótica activa la imaginación.
e) Apela a la sensualidad, la provoca, la excita. Se puede considerar una metáfora del amor.
f) Pone en movimiento las facultades eróticas del cuerpo.
Este consejo forma parte del taller Literatura erótica: Cómo escribir sobre el sexo y el amor. Toda la información en nuestra web.