¿Cuántas veces te has comprado un libro entusiasmado porque pensabas que te iba a encantar?
¿No te ha pasado que leer las primeras líneas has dejado su lectura para otro momento? ¿Por aburrido? ¿Por incomprensible?
¿Porque ni siquiera sabes por qué lo has comprado tras leer ese inicio? Aprende cómo hacer un buen inicio para tu libro con estos consejos.
A mí muchas, lo reconozco.
Es cierto que tengo una incontenible capacidad para comprar libros de una forma casi compulsiva.
Especialmente en ocasiones como la Feria del Libro Antiguo de mi ciudad, de Salamanca.
Y tengo que reconocer que más de una vez, cuando he intentado comenzar a leer algunos de ellos, los he abandonado, o los he pasado al montón de lo que yo llamo “libros para una mejor ocasión”. No me han atrapado, fascinado, hechizado…
Vamos, que su inicio es aburrido, está mal trabajado o ni siquiera se ha pensado en el lector a la hora de darle forma.
Reconócelo, ¿a que te ha pasado?
Y es que hacer un buen inicio para tu libro sé que no es tarea sencilla.
Tienes que encontrar, en esas dos o tres primeras líneas, la puerta de entrada al resto de la obra. Debes dejar la puerta abierta para que el lector desee, anhele, seguir adelante con la lectura.
Vale, no desesperes. Continúa leyendo, que vamos a ver a continuación algunas pautas con las que podrás saber cómo hacer un buen inicio para tu libro.
Podemos decir que escribir un inicio depende de dos factores.
Por una parte, del planteamiento que tengas para tu libro, pero también del género literario que escribas.
Y es que no es lo mismo el principio que se aborda en una novela histórica, por ejemplo, que en una novela negra.
En esta última, es habitual que el escritor plantee ya en los primeros compases, el suceso que será el desencadenante de la trama (el asesinato, por ejemplo).
Reconozco que es uno de los géneros cuyos inicios más me suelen atrapar precisamente porque son impactantes e invitan a seguir leyendo.
Tienes que encontrar esa primera frase casi mágica que abra nuevas expectativas al lector.
Apuesta por una acción llamativa, por un inicio dialogado, por el misterio, por plantear dudas al lector… No le dejes indiferente.
Haz que piense, que se quede con ganas de más. Tienes que lograr que se adentre en la trama y no la abandone hasta el final del libro.
¿Cómo usar el conflicto dentro de la historia?
Piensa que debes situarlo en un conflicto, en una situación, en una atmósfera que dará acceso al resto de tu libro.
Por tanto, puedes introducir este conflicto desde el inicio, como sucede en la novela negra.
También puedes hacerlo de una forma progresiva, después de una introducción.
Pero ten cuidado, porque si alargas esta introducción más de la cuenta, si apuestas por muchas descripciones y el ritmo de tu obra decae, habrás perdido al lector.
Te invito a que eches un vistazo a este artículo en el que te cuento qué inicios no enganchan nunca.
¿Siempre debes comenzar por el inicio de tu historia e ir narrándola de forma cronológica? Claro que no.
Hay autores que empiezan por el final y después dan forma a las distintas partes del libro. Las ordenan en función de este final, y siempre respetándolo para que todos los elementos cuadren.
En este caso, puedes echar mano de los saltos temporales (flashback y feedback), que te servirán como instrumentos de enganche para la trama.
Apuesta por diferentes principios para saber cómo hacer un buen inicio para tu libro
Cuando tienes el tema, que sabes cómo escribirlo, no apuestes por un único inicio.
Te recomiendo que escribas distintos principios para tu obra. Si quieres saber más sobre esto, revisa este artículo que escribí hace un tiempo en el que te hablo de los inicios que más gustan al lector.
Ensaya comienzos alternativos, deja volar tu imaginación, sé valiente, no te encasilles ni encorsetes tu capacidad creativa.
Y es que nunca sabes las sorpresas que te pueden deparar los principios alternativos. No es necesario que sean inicios complejos, bastarán dos o tres párrafos, pero presenta la información inicial de un modo diferente.
No solo se convertirán en un reto para ti, sino que además descubrirás que pueden reportarte muchas sorpresas.
Ahora que ya sabes cómo escribir un buen inicio para tu libro, no te lo pienses, actúa.
Coge lápiz y papel (o siéntate frente al ordenador) y deja volar tu imaginación. Verás las cosas maravillosas que vas a descubrir.
Y si quieres que sigamos hablando de libros, de escritura o quieres contactar conmigo, ¡te espero!