¿No sabes cómo escribir un buen final para tu novela?
¿Cómo generar en él «efecto wow» en las últimas páginas?
Pues sigue leyendo que lo vas a descubrir.
El otro día quedé con una amiga para ir a comprar una novela que le habían recomendado. Y después de mirar la sinopsis, y algunas páginas del libro, lo abrió por el final y se dedicó a leer algunas líneas sueltas. Como no es algo habitual, le pregunté que por qué hacía eso, a lo que me respondió: «El final es lo más importante de un texto. ¿De qué vale una gran comida si los postres son desastrosos? Siempre te quedará mal sabor de boca…».
Aunque en un primer momento pensé que tengo una amiga algo rara que comienza a leer los libros por el final (aunque le encantan, es verdad), en el fondo sabía que tenía toda la razón.
El final siempre debe ser la guinda de un pastel riquísimo. ¿No te ha pasado que a veces un libro te encanta, pero cuando vas llegando a las últimas páginas se tuerce, y el final es espantoso?
Fíjate, a mi me pasó con «El Ocho», de Katherine Neville. Personalmente me pareció un final poco afortunado (no, no te lo voy a desvelar por si te animas a leerlo). La escritora me mantuvo pegada al libro durante el inicio y durante el nudo… pero el desenlace me dejó bastante desconcertada.
Pero vale. No queremos que eso nos ocurra a nosotros. Entonces, ¿qué debes hacer tú para conseguir que el lector quiera más cuando llegue al final?
Cómo escribir un buen final para tu novela
1- Por supuesto, debes cuidar el estilo durante todo el texto.
Es decir, cada uno de los elementos que lo forman debe encajar a la perfección con los demás: tema, tramas, personajes, etc.
2- Pero ¿en qué consiste el final de un relato? ¿Cómo puedes construirlo?
Según avances tú, el texto te irá diciendo qué es lo que requiere para acertar con el final.
Escoge el final que mejor vaya con tu novela
3- Lo que sí debes tener claro es que el final tiene que ser coherente y debe impactar al lector.
¿Cómo lo conseguirás? Pues mediante dos elementos, o bien a través de la emoción, o bien empleando la reflexión.
4- Recuerda que el desenlace tiene que dar sentido al conflicto central de la narración, porque en el desembocarán todos los elementos de la trama.
Por eso evita finales previsibles, que se ven venir, en los que el lector sabe qué va a suceder incluso antes de que ocurra. Por tanto, opta por giros en el argumento que mantengan atento al lector.
5- ¿Por qué no escoges alguno de los tres finales que mejor funcionan?
O un final circular, que acaba como comienza, en el mismo punto, donde todos los elementos parecen estar condenados a repetirse.
Por último, quizá te pueda encajar un final abierto, donde alguna de las tramas o subtramas no encuentran respuesta, y puede ser el mismo lector quien te la resuelva e imagine lo que desea que ocurra.
Ahora es el momento de escribir un buen epílogo
6- Si tienes dudas a la hora de escoger el mejor final, prueba a escribir varios posibles.
Quizá el que menos creías, será el que mejor encaje en el engranaje de tu novela.
¿Listo? Ahora ya tienes seis armas que te ayudarán a crear un final que deje boquiabiertos a tus lectores. Pero recuerda, a una buena conclusión solo se llega cuando el resto de la obra también tiene calidad.
Por eso trabaja, escribe, reescribe, prueba, experimenta… ¡deja volar tu imaginación y narra con libertad absoluta! ¡Puedes hacerlo y brillar, no lo dudes!
Gracias.