Una de las dudas que más nos planteamos cuando nos enfrentamos a escribir un libro es cómo crear la estructura de tu novela, ¿verdad? A lo largo de este artículo te despejaré algunas de las preguntas, como la forma de incluir los elementos narrativos u organizar los elementos de la obra para que todos tengan sentido para el lector.
Vamos a verlo entonces, empezando por la estructura y los elementos narrativos.
Los dos pilares en los que se basa tu novela son la trama y los personajes. Cuando, como escritor, ya tienes ambos elegidos, cuentas con dos posibilidades para desarrollar tu novela:
1) Escribir sin planificación: algunos autores solamente tienen un esquema básico del conflicto central y del personaje, y con esas ideas puede comenzar a escribir.
2) Escribir con planificación: otros autores tienen planificados minuciosamente todos los capítulos.
Quizá lo ideal sería buscar una situación intermedia.
Lo más adecuado es que realices una planificación previa, ya que tener delimitados los personajes y los conflictos de los capítulos te ayudará luego a poder manejar tu novela. Pero si a medida que se desarrolla tu manuscrito te surge otra idea que irrumpe con vehemencia o un personaje secundario se convierte en principal, tienes que dejarlo que transite por tu obra como quiera, como este «te pida».
¿De qué modo puedes organizar una planificación previa?
1) Haz una breve sinopsis en la que se desarrolle la trama.
2) Estructura la historia por capítulos.
3) Realiza dos esquemas gráficos:
a) Personajes y sus relaciones: de forma que con un vistazo encuentres la situación de cada uno.
b) Trama y conflictos secundarios, es necesario que analices los capítulos esenciales y los capítulos del tránsito.
Los capítulos esenciales reflejan un ascenso claro en la trama, con tensión, con acción, con giros argumentales. Los capítulos de tránsito suelen ser un descenso en la curva narrativa, y se caracterizan por su tono más descriptivo, con el objetivo de situar a tu lector o aportar información extra para la trama. Para que la obra sea atractiva de comienzo a fin, tienes que conseguir que la curva dramática ascienda a medida que avanza tu novela, puede tener pequeños recesos, pero debería aumentar el interés de tu lector.
Cómo crear la estructura de tu novela
El modo más sencillo de crear la estructura de tu novela y de organizar todos los elementos que la componen es mediante el empleo de partes, capítulos, escenas, etc.
Por ejemplo, los capítulos responden a la distribución de las situaciones principales. Estos distribuyen la materia narrativa en bloques independientes pero relacionados entre sí.
Un capítulo debe tener en principio que atraiga y un final abierto que provoque en tu lector el deseo de leer el capítulo siguiente. Debe constituir una unidad en sí mismo, no tienen que estar ordenados respetando una sucesión lógica y cronológica, sino la que pide la trama.
¿Qué aspectos puedes escoger al programar los capítulos de tu novela?
- La señalización. Los capítulos pueden ir señalados por un número que los diferencia entre sí, por una frase que indica el contenido, o estar separados por el cambio de página solamente.
- La organización. Pueden ser bloques enteros o estar subdivididos en fragmentos, en función del ritmo que le quieras aportar a tu historia.
- El final. Un final de capítulo debe ser contundente y no explicar más de lo necesario. Ha de llegar en el momento adecuado, generando tensión en tu lector.
- La relación. Puedes plantearte la relación continua y discontinua entre los capítulos, jugando, por ejemplo, con el uso del tiempo.
Pueden vincularse en forma alternada, estableciendo dos bloques paralelos. O convertirse en varias historias intercaladas, o ser voces que se turnan para contar la verdadera historia. Para eso hablamos de:
- La perspectiva. Los capítulos pueden estar narrados desde el mismo punto de vista o desde diferentes perspectivas. Lo adecuado y sencillo, si es tu primero novela, es que escojas una perspectiva única, ya que es más simple de manejar que el uso de diferentes puntos de vista.
- La extensión. Los capítulos pueden ser breves o largos, muchos o muy pocos, capítulos con principio, medio y final, o simples fragmentos largos y breves. ¿Lo adecuado? La alternancia, para aportar ritmo a la narración y «sorprender» a tu lector.
Revisa muy bien la estructura
Con estas ideas, seguro que ya tienes más claro de qué modo organizar la información en tu novela. De menos a más, en capítulos, en escenas, siempre aportando tensión narrativa y acción que atraiga a tu lector.
Pero si tienes alguna duda, no ves claro que la organización de la información en tu libro sea la adecuada, no olvides que puedo ayudarte a través de mi Programa de Asesoramiento.
Para empezar, lo primero que haré será un primer análisis de la estructura de tu novela, a través de un primer Diagnóstico Gratuito de Valoración de tu Novela, y te diré si la organización es la adecuada o hay recursos que pueden potenciarse.
¿Cómo puedes solicitar este diagnóstico gratis? Solo tienes que entrar a la página de mi Programa y cumplimentar el formulario que encontrarás. Cuando lo reciba, si considero que puedo ayudarte, te escribiré y hablaremos de tu libro, para mandarte la valoración.
¿Te animas a saber más sobre la estructura de tu novela?
Si es así, te espero.
Gracias.