James Joyce escribió: «Cada escritor debería tener una experiencia de exilio, porque solo así se puede escribir cosas de peso».
Luego que mi novela «Tomasa» salió finalista del Premio Internacional de Novela Kipus, la prensa de Bolivia de donde soy originario me calificó como el “escritor del exilio”.
Y debo admitir que mis otras novelas también tienen la misma temática.
«Soledad», por ejemplo, combina la guerra de Kosovo y el exilio latinoamericano en Suecia.
Igual que la novela «El eco de los gritos» (Ed. Verbum -Madrid), que muestra el lado oscuro del heroísmo revolucionario de los 60-70, una novela muy debatida en la Feria del Libro de buenos Aires donde fue lanzada en 2019.
«Carlos el lector» es una novela biográfica de un lector que a través de los libros se integra en las diferentes sociedades que ha vivido. Es la vida de un afuerino que gracias a sus lecturas comprende mejor a las sociedades donde le ha tocado vivir.
Finalmente, «Crónicas» es un libro sobre mi experiencia periodística en Suecia y otros países donde he sido destacado como corresponsal o como enviado especial.