¿Cómo caracterizar un personaje literario en tu novela? ¿De qué modo ir dándole forma para que empatice con tu lector? Estas serán algunas de las condiciones que veamos a lo largo de este post, donde además te hablaré también de:
>> Tres pistas para crear personajes literarios que de verdad lleguen al lector.
>> Los diálogos para definir a los personajes.
>> Cómo crear la caracterización de los personajes.
Comencemos entonces.
Tres elementos con los que crear personajes con alma
¿Sabes por qué suelen tener tanto tirón personajes como los de Juegos de Tronos, por ejemplo?
¿Por qué ocupan horas y horas en la pequeña pantalla y todos hablamos de ellos?
No sé si sigues Juego de Tronos o no, pero seguro que has oído hablar de la serie (te confieso que yo soy de las segundas, Juego de Tronos no está entre mis favoritas…).
Pero si estás enganchado a ella, me dirás que la trama de esta serie te encanta porque hay intriga, pasión, venganza, drama, mucha acción…
Pero no me digas que eres de los Lannister o de los Stark solamente por los ideales que defienden. No.
Seguro que eres de una u otra casa porque has descubierto algo especial o bien en Tyrion Lannister, o bien en Jon Nieve.
Si piensas en lo que verdaderamente te atrae de ellos, seguro que me dirás que es su personalidad, es decir, el «alma» del personaje: cómo piensan, cómo actúan, o cómo es el modo en que interactúan con otros personajes de la serie.
Y si nos centramos en el libro escrito por George R.R Martin y dejamos de lado la serie, ocurre lo mismo.
El escritor ha sido capaz de crear personajes tan profundos que ellos mismos llenan el libro, más allá de las tramas, de la acción y de la historia central.
Pero ¿qué es lo que ha hecho el autor americano para trabajar así sus personajes, y lo más importante, qué puedes hacer tú para crearlos con esa misma profundidad?
Aquí van tres consejos para crear personajes profundos que siempre debes tomar en cuenta.
1- Ofrece datos de tus personajes, pero sin aburrir a tu lector.
Se trata de que tus personajes «digan», «hablen» de ellos mismos. De sus inquietudes, de qué les sucede, de cómo entienden la vida. En definitiva, es genial que tus personajes se muestren ante tus lectores tal como son.
Pero no olvides que eso no tiene nada que ver con dar datos sobre ellos que solo despisten al lector.
Recuerda que a la hora de describir un personaje siempre es más importante que incidas en su psique que en su físico.
Para quien te lee es más útil comprender cómo actúa y por qué, a que le digas si es alto, bajo, guapo, o va vestido de una forma actual o anticuada.
Te pongo un ejemplo. Imagina que el personaje femenino principal de tu novela es una mujer de mediana edad de la alta sociedad. Vas a describir una escena en la que ella llega a una fiesta impecablemente vestida.
Pues bien, salvo que la ropa que lleve sea determinante para comprender la escena, es más importante que le digas al lector qué piensa ese personaje al llegar a la fiesta, a que le cuentes de qué color es su vestido o cómo es su peinado.
Por tanto, selecciona muy bien qué información aportarás sobre tus personajes para que tu lector tenga todos los datos, para que le pongas en situación y pueda conocerlos, pero sin cansar ni aportar información superflua que solo distrae de la acción principal.
2- El creador de Juego de Tronos no equivoca el carácter de sus personajes, así que tú tampoco debes hacerlo.
Crear personajes que parezcan reales, de carne y hueso, no es una tarea sencilla.
Por eso, uno de los errores más comunes que seguro cometes es precisamente confundir los caracteres.
Así, en muchas ocasiones, todos tus personajes, sin quererlo, acaban siendo como tú.
Es verdad que todo cuanto escribimos tiene mucho de nosotros, es inevitable. Pero tienes que conseguir que tus personajes tengas personalidad propia, y que se parezcan lo menos posible a ti.
¿Cómo puedes hacerlo? Tienes que aprender a tomar distancia de ti mismo para conseguir que cada uno de tus personajes actúe como debe hacerlo. No como tú actuarías.
Por ejemplo, imagina que tienes que crear un personaje masculino, un adolescente, que está esperando ante un paso de peatones para pasar.
Y a su lado, hay un anciano ciego.
Tu personaje masculino es un rebelde, asocial, agresivo, que no tolera a los ancianos. Así que lo más normal, y lo que tu lector espera, es que no ayude al anciano a cruzar la calle.
Tú, en su misma situación, por supuesto que ayudarías al ciego. Pero tu personaje no puede hacerlo; de hecho, si lo hiciera, estaría rompiendo el esquema mental del lector y actuaría de un modo completamente diferente a como se espera de él.
Por tanto, como te digo, distánciate de cómo actuarías tú en situaciones semejantes a las que narras. Sé objetivo y ponte siempre en la piel del personaje.
3- La clave es la profundidad.
Hay muchísimos escritores que tienen un gran problema para dotar de vida a sus personajes y aportarles personalidad.
Es verdad, tienes razón. Esta es una de las partes más complicadas cuando escribes tu novela, pero también será la que mayores satisfacciones te dará porque solo tú serás el creador de tus propios personajes, les darás vida.
Los diálogos para definir a tus personajes
¿Cuál es el punto de partida para saber cómo escribir diálogos que definan a tus personajes?
Para que el lenguaje se adecue a tus personajes, primero tienes que conocer muy bien a cada uno de ellos.
También es importante la forma en que estos van a expresarse (no es lo mismo el modo de hablar de un personaje del Barroco, que un punki, que un anciano, que un niño. Y los personajes solo tienen credibilidad cuando el lenguaje se adapta a ellos).
Pero eso no quiere decir que tengas que dejar de lado la claridad y la precisión, al contrario. Cuanto más exacto sea el diálogo, mayor información transmitirá.
Igualmente trata de ser lo más exacto posible a la hora de dotar a tus personajes de “habla”, así evitarás la confusión.
¿Y cómo conseguirás la exactitud? Conociendo muy bien cuál es la razón por la que “habla” cada uno de ellos. ¿Es para darse a conocer? ¿Es para justificar un modo de comportarse? ¿Lo hace porque tiene que explicar una situación? Piensa muy bien cuál es la razón del diálogo y en función de cuál sea, plantéalo de un modo u otro.
Por supuesto, intenta ser original al escribirlos, pero eso sí, esta singularidad no ha de ir nunca en detrimento de la historia. Tus diálogos no deben estar nunca por encima de la trama, sino que deben completarla y complementarla.
Es mejor que seas menos innovador pero que narres bien y digas siempre lo que pretendes decir.
Si tu lector pierde el interés en lo que le estás contando será porque no consigue enterarse de quién habla o de lo que dicen tus personajes, así que de poco te servirá la originalidad.
Cómo caracterizar un personaje literario en tu novela
Para cerrar este apartado, comparto contigo algunas de las consideraciones que pueden completar todo cuanto hemos hablado de la caracterización de los personajes, y que tienen que ver con planteamientos formales, o cómo crear su físico, su forma de ser, etc.
En un libro suele haber personajes como un héroe o una heroína, ocasionalmente el villano y los personajes secundarios, que el el contrapunto del protagonista. Para llamar la atención de tu lector puedes tener en cuenta diversos trucos:
1- Tu protagonista debe ser atractivo físicamente. No es importante, pero esta condición sí generará cierta atracción con tus lectores.
2- Conviene introducir la idea de que tu personaje no se cree tan atractivo o teme perder esa condición. El objetivo es que se muestre «humilde», cercano.
3- Tu protagonista debe tener un deseo interior propio, que como escritor desarrollarás mediante aspectos como:
a) La persistencia: intentará afirmar su voluntad y perseguir lo que desea con vehemencia. Su persistencia ha de ser ilimitada y mostrarse en episodios que confirmen su personalidad.
b) La acción: debe conectarse el impulso interior con su acción principal.
4- Asimismo, tu personaje principal debe protagonizar situaciones emocionalmente difíciles y responder con sentimientos altruistas. En definitiva, mostrar los sentimientos y actitudes que a todo lector le gustaría tener.
5- Tu protagonista debe recurrir con cierta frecuencia al pasado que ha intentado cambiar.
6- Debe ser una persona de recursos económicos, pero que en algún momento de la historia se atreva a experimentar un cambio en su vida.
7- Debe ser listo, pero no hacer ostentación de su inteligencia.
8- Ha de tener también alguna imperfección porque si es demasiado perfecto, no resultará creíble.
9- Es importante que haya un número adecuado de personajes secundarios que actúen en función de los principales, que los apoyen/ amen/ admiren/ odien.
¿Son así los personajes que componen tu novela?
¿Crees que tienen «alma»? Siempre puedes coger lápiz y papel e ir revisando uno a uno los personajes de tu libro, una vez que ya tienes algunos datos de cómo han de ser estos para que resulten atractivos para los lectores.
¿Que tienes algunas dudas al respecto? No te preocupes, podemos ver juntos cómo son los protagonistas y secundarios y sacarles todo el partido con el objetivo de que tus lectores los recuerden siempre. Y podemos hacerlo mediante un primer diagnóstico gratuito de valoración de tu novela.
Solicitarlo es sencillo. Solo tienes que cumplimentar el formulario que encontrarás en la página de mi Programa. Si considero que puedo ayudarte a trabajar los personajes de tu libro, te pediré una muestra de escritura y te comentaré no solo los puntos fuertes que destaco en ellos, también te diré si hay rasgos de sus personalidades que podrías potenciar.
Recuerda, escribirme no te compromete a nada, y puedes conseguir crear unos personajes que tus lectores de verdad recuerden. Así que si lo que te he contado te inspira, te espero.
Muchas gracias.