Alejandro Manuel Fuenzalida Rojas (Alefuero). Nacido en la ciudad de Rancagua, Chile, en el año 1959, cursó sus estudios básicos en los Hermanos Maristas y Liceo estatal de la misma ciudad. Procede del seno de una clase media trabajadora, lo que le permite gozar de una familia bien constituida sin urgencias de ningún tipo, salvo las propias de la adolescencia y juventud de los años 70. Luego ingresó en la Academia Militar de su país, desde donde egresó como oficial de Artillería el año 1980.
Sus aptitudes novelísticas se forjan en la lectura de Libros como “Alsino”, de Pedro Prado, el cual le eleva la imaginación de joven con la prosa del escritor en la zona del Maule. También cuentos como “Inamible”, de Baldomero Lillo, u otros de Paulo Coelho, que aportan en gran parte su descubrimiento e ímpetu en la lectura, la cual solo lee, pero no escribe.
Con mas de la mitad de su existencia vivida, surge la inquietud de las obras literarias. Un hecho vivido en carne propia lo lleva a componer un pequeño cuento, pero no editado, para posteriormente, durante largos años y después de muchas modificaciones y mejoras, terminar su primera obra, “Recate en Madrid”, principalmente por vivencias personales de angustia y sentimientos encontrados.
Los diálogos en su novela son producto de la imaginación que le florece al ver la actuación de los personajes en su mente, tal vez de algunos sueños que diariamente recuerda en su pronta realidad al despertar, estos los acomoda y perfecciona en letras para dejarlos sellados en la ficción escrita.
Ha participado en talleres literarios de Erick Pohlhammer y charlas de Gonzalo Rojas, ambas en la ciudad de Viña del Mar. Con ese inicio comienza la aventura de escritor en el anonimato, sin mas lector que él mismo, para muchos años después emprender un camino incierto y complejo, sin un claro propósito más que el de satisfacer la necesidad de escribir por motivación propia.
El desarrollo de escritor es sin compromisos y metódicamente en el transcurso de la vida, con los aciertos y desaciertos de los años que le ha entregado la existencia terrenal y espiritual, plasmándolos en el papel o computador.