Nací en Barcelona en 1971, y aunque he pasado temporadas en diferentes lugares del mundo, mi ciudad de origen es una de mis mayores fuentes de inspiración en todo lo que hago.
Me diplomé en Turismo a principios de los noventa y pasé diez años trabajando en este sector. Uno de mis proyectos fue el de crear rutas literarias a partir de novelas ambientadas en mi ciudad.
A la vez, daba clases de español. Primero, en mi tiempo libre, luego se convirtió en mi actual profesión, otra de mis pasiones y un ámbito que me permite desplegar mi creatividad escribiendo.
De pequeña, sentía mucha curiosidad por cómo lo hacían los autores para plasmar mundos que te transportaban y te hacían sentir como parte de sus historias. Tuve la suerte de que un profesor de literatura de la escuela me animase a escribir y fue de bien chiquita que comencé a proyectar mi anhelo de ser escritora.
Creo profundamente en la correlación entre la proyección de nuestros sueños y la realización de estos.
Vivo en Estados Unidos desde hace ya unos años y este es uno de los mayores aprendizajes que me llevaré de aquí el día que regrese a mi tierra. Lo que ahora sé es que aquello que te propones, tienes que sentirlo hasta que llegue el momento perfecto, cuando todo lo que has proyectado se alinea con el presente y se convierte en realidad.
Esto es lo que me sucedió cuando escribí «Mi alma hoy es azul», una historia que comencé hace unos pocos años, cuando todavía no entendía del todo este fenómeno de la sincronicidad de la vida. La novela fue dando vueltas, tratando de plasmar una historia que parecía encerrada en un caparazón. Hasta que un día, mejor dicho, una noche, me di cuenta de que había descubierto cómo sacarla de allí. Comencé a despertar cada mañana habiendo soñado lo que iba a escribir. Mi almohada me lo susurraba al oído.
Así fue como, poco a poco, la historia de Iris Guitart y sus antepasadas se fue desplegando para hilvanar un hilo de conexiones entre ellas que, si bien fue vivido, también fue soñado.
«Mi alma hoy es azul» es una obra que combina la ficción histórica con la ciencia ficción para narrar una historia que se presenta como un viaje fantástico a través del tiempo. En ella he plasmado un mundo que irradia energía positiva. A la vez, te cuento al oído algunas cosas que descubrí cuando dejé de creer que la realidad proviene del mundo que nos rodea para escuchar solo mi voz interior y poder compartir lo aprendido a través de mis narraciones.