
En estos momentos, me siento esperanzado e intrigado por la posibilidad de ver mi novela a la venta en alguna estantería. Sueño, incluso, con que eso suceda y alguien de mi familia, especialmente mis hijos, llegue a verla y, espero, sorprenderse.
Antes de comenzar el servicio de asesoramiento, mi principal desafío e incertidumbre era conocer si mi forma de escribir seguía los cánones actuales para las novelas, especialmente en lo relacionado con el estilo.
El programa me ha ayudado a aprender una serie de reglas sobre el estilo que no me esperaba, ha contribuido a mejorar mi método de revisión ortotipográfica del texto y me ha enseñado a prestar atención al peso de las subtramas, caso de haberlas.
Mi obra ha mejorado gracias a la corrección del estilo, la descripción de los personajes principales, al enfoque de la acción en la trama principal y difuminar las subtramas para no robarle el protagonismo al foco de la novela.