El cuento es una narración corta, ya que si no lo es se trataría de una novela corta o de una novela larga, según su extensión. Este hecho determina ciertos rasgos que todo cuento debe poseer.
El cuento requiere que el autor sepa contar en poco espacio todo cuanto desea narrar: la historia que le ha llevado a escribir el cuento. Esto supone que el autor suprima todo lo que no sea imprescindible.
En el cuento no habrá lugar para datos superfluos, diálogos que no sean fundamentales, descripciones largas que no aportan información o personajes que no «sirven» a la historia.
El escritor tiene que elegir lo que desea decir. Es importante saber que elegir lo significativo no puede ir en contra de la claridad, la coherencia y la unidad del cuento.
Hay que eliminar aquello que no sea vital para la comprensión de la historia o para lograr la intensidad que el cuento requiere.
El objetivo de este género literario es despertar el interés desde la primera página, lo que requiere intensidad desde el primer momento. La intensidad se consigue yendo directamente a lo esencial, suprimiendo lo innecesario y superfluo. Es como dejar la historia al desnudo.
Se trata de atrapar al lector desde la primera letra, razón por la que habrá que saber dar con la intensidad que le haga querer seguir leyendo casi sin descanso hasta el término de un cuento.
Este truco forma parte del Taller de Creación Literaria. Toda la información en nuestra web.