En realidad, ¿qué «poderes analgésicos» tiene la escritura autobiográfica? Se puede hablar de varios:
1- Las evanescencias, o sentir el placer de recordar. El poder curativo de la evanescencia alimenta un sentimiento de desapego, que es el primer requisito de un bienestar que proviene exclusivamente del escritor.
2- Las convivencias. Empiezan donde termina el interior, aunque se van desplazando hacia otros «lugares». Es bueno comunicar a los demás estas historias evanescentes en vez de guardarlas para sí.
3- Las invenciones, que se basan en el hecho de que el autor de la autobiografía se separa de sí mismo. Este asiste a una transmutación que le multiplica y le transforma de repente en otro personaje.
4- La personalización. La autobiografía requiere una gran sistematicidad y una organización meticulosa, que es lo que se conoce como personalización.
¿Cómo se pasan las hojas de los recuerdos que dan forma a la autobiografía?
Autores como Green establecen un orden cronológico para ello. Primero, se habla de una primera etapa que es el tiempo de pulsión, en la que se recuerdan los primeros años de la vida;
después, la etapa del inconsciente, y después el tiempo del ‘yo’, que asume una función reguladora. Más tarde se habla de tiempo del porvenir, el del fantasma, y el llamado tiempo muerto, que es aquel en el que ya no se tiene nada más que decir. Todas estas etapas tienen lugar porque el recuerdo lleva consigo las explicaciones gracias a las que somos capaces de recordar.
Este truco forma parte del curso «Narración autobiográfica: cómo escribir sobre una vida». Toda la información en nuestra web, o a través del correo formacion@heraediciones.es.