Con el objetivo de que el lector pueda llegar a conocer cualquier rincón del mundo a través de los relatos de viajes, en estos textos no pueden faltar las descripciones.
Se trata de que todo el texto en su conjunto sea una gran descripción de los territorios, ya que, como hemos dicho, en estas obras la descripción se encuentra en un plano superior que la narración de hechos, sucesos y aventuras. Además, sirve también para crear un clima, tensión o atmósfera y puede servir como símbolo de los estados de ánimo de los personajes.
En la literatura de viajes es fundamental la descripción puesto que lo importante de la obra no es la historia sino el viaje y los lugares y para ello hay que describir. Hay que tener presente que el lector puede no ver lo que se pretende que vea y por tanto hay que presentar lo que se esté contando con la suficiente precisión y claridad, sin olvidar la belleza.
Para que el lector conozca el territorio sobre el que se asienta nuestra historia podemos describir el lugar, un objeto o a algún personaje. Para describirlo es necesario tener presente que el lector ha de poder llegar a ver lo que se le está describiendo, ya que una correcta descripción del lugar aporta realismo y verosimilitud al texto.
Para presentar los lugares y los objetos que queremos que el lector conozca podemos presentar diferentes recursos. Además de la descripción realizada por el narrador, puede ser un personaje el que lo presente a través, por ejemplo, de un diálogo. Utilizar este tipo de recursos aporta agilidad al texto.
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