Antes de comenzar a trabajar con Amalia, nadie había leído mi libro, Morir en tu mirar, en su integridad definitiva. Me sentía lleno de incertidumbres: ¿fallaba el ritmo en algún momento? ¿Excesiva adjetivación, tal vez? ¿Despierta la historia verdadero interés? ¿O, por el contrario, parece una coartada?
Sólo me tenía a mí mismo como referencia.
Sin embargo, con la novela ya terminada, buceé un rato por la web y me encontré con Amalia, que desde el primer momento trabajó con plena diligencia y cariño, genuino amor por la literatura, en el estudio de mi novela.
El contacto sencillo, constante y ágil con ella, así como las características del dossier en el que analizaba el texto, me tranquilizaron por completo y me hicieron confiar en el libro.
Amalia me ofreció una lectura profunda, un comentario detenido y una mirada externa que certificaba que, ciertos objetivos que me había propuesto con la novela, habían sido satisfechos.
Además, propuso leves correcciones, siempre respetuosa con la voluntad del autor, que han servido, primero, para enseñarme matices de técnica literaria, y segundo, para que la novela esté en las mejores condiciones ante las editoriales.
Así pues, en los umbrales de la publicación, tras el profesional, exhaustivo y nada intrusivo examen de Amalia y su equipo, confío, por un lado, en la obra, y, por otro, en las manos en las que he depositado Morir en tu mirar para su representación: el equipo de Hera Ediciones.