Roberto Rosaleny

La ayuda de Amalia y del Programa tiene un valor inestimable porque enfoca la obra de cara a las editoriales por el camino correcto

Antes de empezar a trabajar con Amalia, yo definiría varios problemas, más que uno solo. En primer lugar, las dudas que te surgen al terminar tu obra: ¿Tiene la calidad suficiente para publicarse? ¿Cómo funciona el mundo editorial, puedo enviar el manuscrito a las bravas de forma masiva a cuantas editoriales encuentre por internet y esperar noticias de alguna de ellas? ¿La temática de mi libro está dirigida al público en general, o solo a un sector? En fin, podrían ser innumerables los problemas y temores que imagino que sufre el escritor nobel, pero, sin duda ,el mayor es la duda de si el manuscrito merece ser publicado o debe quedar en el ámbito personal del autor y, en su caso, del su círculo familiar. Por eso, la ayuda de este Programa, a mi forma de ver, tiene un valor muy importante, tanto en el fondo como en la forma. De hecho, entiendo que es un paso imprescindible para cualquier autor que no haya publicado nunca. Incluso para los que ya hayan publicado. En primer lugar, por la corrección ortotipográfica y de estilo. No creo que exista un texto que no sea susceptible de corrección. El autor, obcecado en el texto, muchas veces no ve errores que tiene delante de las narices por mucho que repase una vez y otra el texto. Sin duda, lo mejor es un examen objetivo por un profesional. La familia y las amistades, a pesar de su buena voluntad, no suelen ser lectores objetivos, tienden a adular sin fin el texto, hasta aquellos que puedan parecer algo más críticos siempre suavizan su opinión por aquello de no herir sensibilidades. Y después, por supuesto, el maremágnum que supone enfrentarse a editoriales, creo que es trabajo también de profesionales y no del propio autor, ya que considero bastante difícil que sepa dar los pasos correctos en ese mundillo. En mi caso concreto, creo que la ayuda de Amalia y del Programa tiene un valor inestimable porque enfoca la obra de cara a las editoriales por el camino correcto, siguiendo un guión organizado e incidiendo en las posibles virtudes del texto para convencer al editor de los méritos del libro. A ahora que estoy más cerca de poder publicar, me siento expectante, ilusionado y, en cierta forma, hasta temeroso por si por algunas de aquellas obtuviera el sí de alguna editorial. Por mucho que puedas tratar de convencerte de que sería posible la publicación, no puedes dejar de pensar que se trata de una ensoñación, y que los libros publicados siempre serán de escritores reconocidos. Por el vuestro trabajo en particular no puedo decir otra cosa que mostrar mi agradecimiento, por la seriedad y eficacia con la que me habéis ayudado.