Lejos de amainar, el conflicto que enfrenta a Amazon con editoriales de Alemania, Estados Unidos y Reino Unido va a peor. Grandes nombres de la literatura estadounidense, desde Paul Auster hasta Stephen King, Tobias Wolff o la última ganadora del premio Pulitzer, Donna Tartt, han entrado por primera vez en este enfrentamiento con una carta abierta promovida por el autor de best-sellers Douglas Preston en la que acusan a Amazon de «tomar a los libros como rehenes».
El último episodio ha sido la oferta del gigante de las compras en internet, que se dirigió la semana pasada directamente a los autores afectados por la guerra comercial y les dijo que, si Hachette estaba de acuerdo, podrían llevarse el 100 % del importe de cada e-book que se venda. Tanto el grupo editorial como la asociación de escritores han rechazado tajantemente la oferta.
La propuesta de Amazon está dirigida a autores de Hachette –que forma parte del grupo francés Lagardère–, agentes literarios y la presidenta de la Asociación de Autores de EE UU, Roxana Robinson. «Mientras dure la disputa, los autores recibirán el 100 % del precio de venta de cualquier de sus libros en formato e-book que vendamos. Tanto Amazon como Hachette renunciarán a todos los ingresos y beneficios por sus libros hasta que se llegue a un acuerdo».
«Si vendemos un libro a 9,99 dólares el autor recibirá 9,99 dólares, mucho más de lo que normalmente consigue. Si Hachette está de acuerdo podemos aplicar la oferta en 72 horas», señala la carta, según el texto facilitado por un portavoz de Amazon.
La disputa comercial entre Amazon y los editores se desarrolla en varios frentes. En Estados Unidos, mantiene abierto un conflicto con la filial del grupo Hachette sobre el reparto de los porcentajes que se llevan vendedor y editor sobre los libros. Al no alcanzar un acuerdo, tomó una serie de medidas contra los volúmenes de esta editorial, que afectan a autores tan difundidos como J.K. Rowling, como retrasar su envío, subir el precio o retirar el botón que permite pedir libros por adelantado antes de que se publiquen.
En Alemania está teniendo lugar una disputa similar con las filiales del grupo sueco Bonnier y las medidas contra los autores son similares. Amazon ya controla en torno al 60 % del mercado del libro en EE UU y cerca del 25 % en Alemania. En el caso de los libros electrónicos, domina en torno al 65 %.
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