
Amalia ha sido rigurosa en tiempos y planteamientos, realista pero positiva. He trabajado a gusto con ella.
Y es que, tras publicar con Amazon algunas novelas, no conseguía la capilaridad que creo ofrecen las editoriales tradicionales.
Algunos amigos me aconsejaron trabajar con un agente editorial y la elegí a ella entre otros, porque lo que explica en su web me parece serio, profesional, y huye del tan manido marketing de promesas.
Me he sentido como quien abre una puerta y ve un camino en cuyo horizonte se vislumbra la posibilidad de realizar lo que ha deseado hacer desde que empecé a escribir.
Al igual que todo lo que no se da, se pierde, los escritores que no son leídos no consiguen trasladar su mensaje. Un escritor sin lectores es solo medio escritor. Por muy bonito que sea releer tus obras, el novelista siente la necesidad de compartir sus ideas.
No es una cuestión económica o de búsqueda de popularidad, sino una ilusión que está dentro de ti y que deseas experimentar.