Dentro de la categoría de thriller, existen identificadas diversas clases que ahora desarrollamos:
Clásico: Se basa en la pregunta ¿quién ha sido?, es decir, lo que anteriormente hemos llamado ‘el misterio del cuarto cerrado’. De este tipo hay numerosos thriller por lo que el objetivo es encontrar nuevos personajes y entornos para crear obras originales y diferentes.
De procedimiento judicial: Se trata de una ramificación de la novela de detectives y refleja los procedimientos policiales auténticos, por lo que es absolutamente necesario un gran trabajo de documentación para conocer cómo actúa el cuerpo policial protagonista.
De procedimiento criminal: Se trata de reflejar el ‘modus operandi’ de los delincuentes. Es decir, la historia se cuenta desde el punto de vista del criminal y no del detective o policía. En estas obras se puede optar por un tratamiento serio, cercano a una novela sobre la mentalidad criminal, o utilizar un tono ligero, a veces ligado a la parodia.
Detectives privados: Obras en las que los protagonistas son diversos detectives privados, que pueden ser personas de todo tipo.
Espías: Es el thriller prototípico del siglo XX. Requiere un conocimiento específico de cómo operan los servicios de seguridad, aunque hay que dejar claro que no tiene por qué ser un espionaje militar, puede ser de numerosos tipo como el comercial, industrial, etc.
El thriller político: Se trata de historias que se mueven en el mundo de la política y las relaciones internacionales. En estas historias el lector debe poder sumergirse en esos ambientes y se debe ofrecer retratos de quienes detentan el poder.
Thriller de perdedores: Se trata de una versión del thriller de espías o del político en la que el protagonista no es una persona de alta posición ni que vive peligrosamente, sino un ciudadano corriente, lo que podemos denominar un ‘perdedor’. Para estas historias hay numerosos ejemplos de posibles personajes. Algún ejemplo puede ser un periodista que corre numerosos peligros en contra de su voluntad al descubrir secretos de estado, corrupciones financieras de multinacionales, delirios de políticos, etc.
Thriller psicológico: Cuentan la historia de personas corrientes con una vida normal hasta que suceden hechos extraordinarios. En estos casos, lo importante es la influencia exterior, por lo general una persona malvada. Este personaje debe ser construido con lentitud para que el desenlace sorprenda tanto a los otros personajes como a los lectores. Es importante el conocimiento de las motivaciones de los seres humanos, de lo anormal e, incluso, de la parapsicología.
Thriller espeluznante: Es un thriller psicológico menos sofisticado. Suele apoyarse en fenómenos sobrenaturales para crear la tensión.
Thriller apocalíptico: Novela de catástrofes, en la que el conflicto, la tensión y el ritmo vienen dados por la propia catástrofe y el momento más crítico se perfila desde el principio.
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