A lo largo del siguiente artículo, veremos dos elementos que son esenciales a la hora de construir un libro que atraiga la atención del lector y del editor.
- Por un lado, algunas de las claves más importantes para el desarrollo de tu novela.
- Por otra, cinco inicios para tu novela que llamen la atención del lector y del editor.
Comencemos, entonces, viendo cuál es la estructura más adecuada para ir dándole forma a tu libro, con el objetivo que esta tenga sentido de principio a fin.
Y es que si nos centramos en el desarrollo una vez que has empezado con la escritura de la novela y has puesto a un personaje o a otro en un conflicto, tu lector ya estará interesado en la historia, al menos en esas primeras páginas.
Por eso es el momento de que comiences a desarrollar tu historia, dar forma al conflicto y a los personajes.
A partir de ese momento debes conjugar la tensión con la calma, la acción con la quietud. Y es que dosificando la información mantendrás el interés de tu lector, pues querrá seguir leyendo en busca de esa información. Una vez que hayas encontrado el inicio en que has situado al personaje frente a un conflicto, llega el momento de continuarlo.
No puedes resolverlo en las primeras páginas porque entonces habrá concluido la historia y dejarás al lector con ganas de más, así que lo planteado al comienzo debes continuarlo en el nudo de la trama.
Por tanto, tienes que continuar, si bien no puedes ser alargando de forma artificial en la narración, sino buscando la forma de que tu conflicto se complique y el personaje o personajes tengan que seguir enfrentándose a él.
Además de acercar el conflicto a tu lector, has de que acercarle también los personajes, que tu lector los sienta muy cerca, próximos.
El uso de las subtramas
En una novela no solamente habrá una historia, sino pequeñas historias secundarias que te ayudarán a potenciar la principal, están al servicio de lo principal de tu historia.
Por otra parte, esta llegará en algún momento al final, pero ha de hacerlo de forma que no parezca forzado. Puede que como escritor hayas construido una buena historia, pero si falla al final, fallará la historia entera. El desenlace tiene que ser necesariamente verosímil, ha de parece natural, y no ser predecible ni aleccionador. Es preferible evitar la moraleja. Con el final hay que enseñar a tu lector, con el final hay que cerrar la historia.
Cuando empiezas a escribir una historia, puedes no saber cuál va a ser el final de forma exacta. Pero sí sabrás hacía dónde se dirige la trama, lo cual no supone saber cuál va a ser el desenlace final del conflicto. Y es que las historias van haciéndose a medida que se crean.
Cinco inicios para tu novela que llamarán la atención de tu lector
Una vez que tenemos clara cómo debe ser la estructura de tu novela, comencemos por los primeros compases, el inicio del libro. Este debe ser imaginativo, audaz, original… que llame la atención de tus lectores y del editor. Las primeras líneas serán las que marquen la diferencia entre una obra que pueda publicarse… y otra que no.
Veamos entonces algunos tipos de comienzos para tu novela que de verdad pueden funcionarte.
1- Empleo del lenguaje coloquial. En este caso, comenzarás tu novela con la utilización de un lenguaje habitual, el que suele utilizar la gente de la calle. Un ejemplo de un libro así es «Tomates verdes fritos».
2- Comienzo dialogado. Tu novela arranca con un diálogo entre los personajes. Estos pueden ser principales o secundarios.
3- Epistolar. Lo primero a lo que accede tu lector es a una carta, donde se suele esbozar el conflicto.
4- Inicio autobiográfico. El narrador cuenta su vida, que no tiene por qué coincidir con la del autor. Un ejemplo es el «El Gran Gatsby», de Scott Fitzgerald.
5- Comienzo descriptivo. Las primeras frases describen una situación, un lugar, un objeto, etc. Un ejemplo magistral es el comienzo de «La Regenta».
6- Comienzo histórico. La obra empieza narrando un hecho histórico que sitúa la escena y los personajes. Uno de los libros que se inicia así es el «El manuscrito carmesí», de Antonio Gala.
7- Testifical. Alguien narra sucesos ocurridos a otra persona. El narrador suele ser un periodista, investigador, descendiente del protagonista. Ejemplo: «Sostiene Pereira», de Antonio Tabuchi.
8- Y cerramos este apartado con el comienzo que llamamos de acción. Lo primero que recibe tu lector es una acción que no entiende por qué ha ocurrido. Es el comienzo más atractivo para tus lectores, ya que necesitan seguir leyendo para entender qué ha sucedido en esos primeros párrafos. Ejemplo: «El corazón tan blanco», de Javier Marías.
Y, por supuesto, es un tipo de arranque que puede funcionarte muy bien si escribes novela negra.
¿Cómo es el inicio de tu libro? ¿Es bueno?
Con estas pautas, quizá sepas mejor si los primeros párrafos de tu libro son lo suficientemente potentes para que tu lector se meta de lleno en tu novela, o si es posible potenciar algún elementos de las primeras líneas.
Como antes te decía, las primeras páginas de tu novela son definitivas para que tus lectores (y el editor) quieran seguir avanzando con la lectura… o no. De ahí la importancia de que estén perfectamente trabajadas.
Por eso, si tienes alguna duda sobre el prólogo o el comienzo, recuerda que puedo ayudarte. Para eso solo tienes que solicitarme un primer Diagnóstico Gratuito de Valoración de tu Novela, con el que veré las primeras páginas de tu libro y podré decirte si el inicio es atractivo o si es necesario hacer algún cambio.
¿Cómo pedir este diagnóstico gratuito? Solo tienes que cumplimentar el formulario que encontrarás en la web de mi Programa (no te llevará más de 1 minuto hacerlo y no te compromete a nada) y si considero que puedo ayudarte, te escribiré y hablaremos del arranque de tu novela.
Te espero.
Gracias.