Lo más habitual es que el asesinato aparezca al principio de la novela, aunque a veces será necesario plantear antes las circunstancias que llevan después al asesinato. En estos casos se trata de situar al lector para que comprenda los antecedentes y algunos de los porqués de la situación que después se plantea.
Sin embargo, no se debe retrasar mucho el acto delictivo para no perder la atención y el interés del lector. Para que esto no suceda se pueden utilizar recursos narrativos como los que plantea Keating:
– Hacerle ver al lector que el asesinato va a ser cometido.
– Hacer que exista un primer intento de asesinato fallido.
– Hacer que haya un crimen menor previo al gran asesinato
– Que existan amenazas
– Usar el humor
– Describir un contexto y un escenario interesantes y de una manera interesante.
– Hacer que los posibles sospechosos tengan riñas y discusiones entre sí.
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